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Lionel Messi y Barcelona, en una encrucijada: ¿Debería irse el próximo verano su mejor jugador de la historia?

La tarea que te propongo esta semana es muy placentera.

Deja lo que estás haciendo e imagínate que eres Lionel Messi. Con convicción. Concéntrate, y respóndeme esto: "Si realmente fueras Messi, ¿estarías pensando en irte de Barcelona durante el verano europeo? Es una pregunta seria. Y si tu respuesta es no, ¿por qué no?

El interrogante surge por varios motivos.

Motivo A: el rendimiento en la derrota por 3-1 ante Levante el fin de semana. Deja de lado el hecho de que el equipo de Paco López ha superado a Barça o bien lo ha puesto a prueba al extremo en cuatro de sus últimos seis encuentros. Ésta fue, por lejos, la peor de todas las experiencias con Levante para Ernesto Valverde y sus jugadores.

Sin menospreciar el claro entendimiento del entrenador de Levante de cómo lastimar a los campeones de España, y su conocimiento de los puntos débiles de su rival, la actuación de Barcelona en el Estadio Ciudad de Valencia se asemejó a una de dos cosas: A las humillaciones en París, Turín, Roma y Liverpool que han perseguido las últimas campañas europeas de Luis Enrique y Valverde, o bien a algunas de las actuaciones cobardes o exánimes de fines de 2007-08, cuando el reinado de Frank Rijkaard se marchitó sin dar frutos y sumaron apenas 13 puntos de los últimos 39 disponibles en La Liga aquella campaña.

Sé realista: El sábado, los campeones de España, en su derrota ante un conjunto de Levante al que superaban 1-0 cuando quedaban 28 minutos de partido, mostraron el mismo letargo, la misma falta de espíritu competitivo y de identidad que en los meses previos a la revolucionaria renovación de jugadores y cuerpo técnico en Camp Nou y la introducción de Pep Guardiola.

¿Qué hay de Messi? Como de costumbre, fue el jugador más amenazante de su equipo y podría haber marcado un hat trick, pero parecía desencantado, perdió muchas pelotas y, de hecho, se lo veía muy desanimado con lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Sí, es cierto que por otros resultados Barcelona está primero en La Liga. Y seguro, a pesar de la intención de Slavia Praga cuando los campeones checos pusieron a prueba al equipo de Valverde por segunda vez en dos semanas, Barça se negó a entregar su primera derrota local en la Champions League en seis años y medio y se mantuvo primero en el Grupo F con dos fechas por delante.

Después del empate sin goles del martes, Valverde dijo que las cosas no estaban tan mal, mientras que Gerard Piqué mencionó que sólo hace falta "un poco de paciencia" para que las cosas salgan bien. Si fueras Messi, ¿eso sería lo que realmente estás pensando? No lo creo.

La forma en que cayeron ante Levante no sólo se asemejó a la languidez del fin de ciclo de 2008, o a la reciente lista de palizas europeas. Más bien fue una repetición del primer tiempo en San Mamés esta temporada, la derrota en Granada y la apertura y el cierre del empate a dos goles en Osasuma cuando el equipo de Valverde arrancó sin fuerza y cerró como si tuviera mejores cosas que hacer. La lentitud y la impotencia de Barça frente al ritmo, la intensidad y la confianza se ven cada vez más a menudo.

Te he dado libertad como la de Messi para considerar todos estos factores y empezar a pensar como él. ¿Quiero desperdiciar los últimos dos o tres grandes años de mi carrera mientras los dirigentes siguen metiendo la pata a la hora de regenerar o revitalizar para poder ganar en Europa? ¿Ganar un triplete?

¿Qué harías si fueras él? Si te llamara y te consultara, ¿qué le aconsejarías?

A esta altura de la tarea, debemos ser prácticos. Recientemente, Messi fue contundente cuando dijo que hoy por hoy no está en sus planes jugar en otro lado, que su intención es ayudar a Barcelona a consagrarse campeón de Europa nuevamente. Señaló que sus tres hijos están contentos y adaptados a Barcelona, e hizo hincapié en lo importante que eso es para él. Pero en varias entrevistas recientes, todas conversaciones muy buenas, relajadas e informativas, aparecieron otras pistas.

Es evidente que no tiene la intención de quedarse en Camp Nou mientras Roma se derrumba simplemente porque su salario es estratosférico. Les creo a los jugadores y los entrenadores -todos animales competitivos- que me advierten que nunca vieron algo semejante al hambre de Messi por competir y ganar. Él mismo le dijo a la estación RAC1: "Obviamente quiero ganar, y quiero ganar en este club... pero quiero seguir compitiendo y ganando".

Pero no sólo te pregunté qué harías en los zapatos de Messi a raíz de lo que ha revelado con respecto a su contrato, sino por el simple hecho de que saliera la noticia, el hecho de que alguien haya filtrado semejantes detalles y lo que eso significa, tanto para el mejor jugador en la historia de Barcelona como para los halcones (los grandes clubes del mundo) que miran con avidez desde afuera.

La realidad es que, por contrato, desde el 1º de enero Messi puede empezar a negociar con otros clubes y, en la hipótesis más extrema, firmar un acuerdo que lo comprometa a dejar FC Barcelona en junio. Así que te pregunto: En su posición, ¿qué harías? ¿Y a qué clubes les pedirías a tus representantes que contacten?

Éste es un tema importante, y no sólo por el empobrecimiento que lo rodea. Créeme, es algo que viene de afuera y no de él.

Teniendo en cuenta la lesión que lo dejó afuera al comienzo de la temporada 2019-20, Messi ya había rescatado/ liderado/ inspirado a su equipo en más de una ocasión desde su cumpleaños número 32. Y en una de las más humillantes derrotas en la historia del club, en Anfield la campaña pasada, Messi jugó de manera sensacional, creando más de una chance para darle al club catalán su tan importante gol de visitante y dejando a Virgil van Dijk convencido de que Messi no sólo es el mejor de todos los tiempos, sino que además se merece el Balón de Oro 2019.

Sin embargo, deténganse para pensar en esto. ¿Quién filtró los detalles en el contrato de Messi al periódico El País en septiembre? ¿FC Barcelona? ¿El entorno de Messi?

Las leyes de la física nos han enseñado que toda acción genera una reacción de igual magnitud y sentido contrario. Por lo que, quien sea que haya filtrado esa información, dando a conocer que, a partir de junio de 2020, Messi estará libre para poder dejar Barcelona sin tener que pagar su transferencia ha tenido sus propias razones para hacerlo. Si fue alguien del club, es porque quieren ver si, sin terminar siendo ellos los culpables, podrían deshacerse de un salario de millones de Euros. (Algunos dirán que entre su sueldo y lo que Barcelona tiene que pagar de impuestos para darle un ingreso neto, el total del desembolso rondaría la región de los €65 millones).

Si fue alguien cercano a Messi, entonces, lo que quieren saber es cuáles son las opciones de Leo en el improbable caso de que decidiera marcharse.

Por favor, tengan en cuenta que una vez que otro medio tomó esta historia y la publicó, primero la confirmó Piqué y luego el presidente Bartomeu intentó una táctica de "no hay nada que ver aquí, sigan avanzando amigos". En una entrevista con destacados editores catalanes, Bartomeu confirmó que existía esa cláusula, pero agregó que no era algo importante teniendo en cuenta la lealtad de Messi hacia el club, y agregó que Xavi y Carles Puyol habían tenido clausulas similares, pero habló abiertamente del tema.

Creo que es importante que haya decidido no "reclamar la quinta".

Cuando le preguntaron acerca del tema, Messi fue al punto: "No puedo confirmar nada porque hay acuerdos de confidencialidad en el medio. Quiero estar en Barcelona tanto tiempo como sea posible. Pero también es cierto que no quiero un contrato a largo plazo y estar por estar en un lugar.

"Quiero estar aquí porque físicamente estoy bien, porque puedo jugar y ser un miembro importante del equipo.

"Y tal como lo he dicho antes, tengo que ver un equipo ganador porque quiero seguir ganando copas con este club.

"Para mí, las cláusulas o el dinero no son importantes. Son otras las cosas que me motivan y lo más importante para mí es tener un equipo ganador".

Si leemos entre líneas, los "acuerdos de confidencialidad" implican que Messi quizá no se haya sorprendido de que Bartomeu confirmara la noticia. Sin mencionar el uso de frases como "bien físicamente" y "lo más importante es tener un equipo ganador".

En otra entrevista, Messi desligó a Valverde de toda responsabilidad por la derrota ante Liverpool y culpó a los "jugadores" sin excluirse a sí mismo de ese análisis.

Ese, en sí mismo, es un mensaje claro al club. Y es el siguiente: "Renueven el equipo, encuentren mejores futbolistas, jugadores de elite... o yo tomaré mi propio camino".

Y no se preocupen, independientemente de que estén tanteando una movida, ya sea a Manchester City, Inter Miami o sumándose a Neymar en Paris Saint-Germain, los agentes especializados de FC Barcelona estudian cuidadosamente cada declaración de Messi, tratando de examinar e interpretar cada insinuación.

El mensaje de Messi es que hay algunos jugadores del equipo de Barcelona que se han visto "bloqueados" por los recuerdos de sus tremendas palizas en París, Torino y Roma cuando llegó el momento de jugar en Anfield. Ahora, derrotas ante Granada, San Mames y Ciutat de Valencia están comenzando a sugerir que la mala racha también se está extendiendo a su juego doméstico.

Cuando tu mejor socio en la delantera (Luis Suárez) está bajando su nivel, cada vez más afectado por lesiones, en medio de una sequía de cuatro años sin goles de visitantes en la Champions League, cuando la "sangre fresca" de jugadores como Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann todavía no ha brillado como se espera... ¿no sería natural que Messi estuviera estudiando el panorama para asegurase de que realmente no hay pasturas más verdes y suculentas en otros lados?

Si estuvieses en su lugar, ¿Qué harías?

¿Quedarte y aceptar lo que te dan? ¿Quedarte, pero dar unas cuantas entrevistas largas, claras e informativas hasta que los fans y sponsors reciban el mensaje y comiencen a exigir cambios en el club? ¿Quedarte y adoptar una actitud de diva en el mercado de pases y exigir que determinados jugadores clave se sumen al escuadrón como refuerzos y que algunos de los futbolistas que no están funcionando se marchen?

¿O irías por una "repatriación" con Pep, una reunión con Neymar o una fuga con Suárez al proyecto de David Beckham en Miami?

Es un lindo dilema, aunque hipotético, para nosotros, que no tenemos nada personal en juego. De todas maneras, es una cuestión difícil, desgastante, agotadora, frustrante y arriesgada si tienes 32 años y quieres sumar dos o tres trofeos más de la Champions Leagues para compensar un título en el Mundial que ahora parece muy poco probable que puedas lograr.

¿Qué es lo que Messi debería hacer?