BARCELONA -- Antoine Griezmann reconoció que el Barcelona todavía tiene mucho por mejorar y que se encuentra lejos de su máximo rendimiento, aunque se va feliz de vacaciones por asegurar el liderato de LaLiga.
El francés abrió el marcador ante Alavés en el último partido del Barcelona como local en el año. Tras recibir una buena asistencia de Luis Suárez, el francés supo colar la pelota en el fondo de la portería de Pacheco, que fue cuatro veces goleado por el líder de la competición.
Griezmann reconoció que “podemos mejorar, ya que no estamos a nuestro techo y debemos trabajar duro para poder alcanzarlo”.
“No temimos por el empate cuando el Alavés recortó distancias”, dijo el delantero al acabar el partido, para añadir que “me voy feliz de vacaciones por cómo he acabado este 2019”.
Lionel Messi volvió a ser la referencia en el ataque del Barcelona, aunque fue Luis Suárez el que repartió tres asistencias de gol, además de transformar la pena máxima que cerró el marcador.
En este sentido, Griezmann afirmó que “Messi es el mejor del mundo. Intentamos hacer nuestro trabajo y cuando hace falta un empujón siempre está a él”.