BARCELONA -- El futbol en España sigue en la incertidumbre. LaLiga propone pero el gobierno dispone. Y si primero frenó las intenciones de iniciar esta semana los test del coronavirus a los futbolistas y empleados de los clubes que preveía Javier Tebas, el domingo, en voz alta, el ministro de Sanidad Salvador Illa puso en duda cualquier fecha para la reanudación de la competición: “No puedo decir si el futbol podrá reiniciar su actividad antes del verano; sería una imprudencia por mi parte”.
Serán las autoridades sanitarias, tal y como reclamaron en su momento los futbolistas, las que fijen los plazos de este paulatino “retorno a la normalidad” pero, de momento, el presidente de la patronal recibió un severo aviso. Tebas mantiene el deseo de regresar a los entrenamientos en mayo y acabar la competición durante los meses de junio y julio pero para que ello sea posible, antes de nada, será necesario seguir los protocolos impuestos desde el Gobierno y ligados, en cuanto a someterse a los test, al diagnóstico que establezcan las administraciones locales.
El presidente de LaLiga avisó del peligro que supone para la industria futbolística la cancelación de la temporada, cifrando en mil millones de euros los ingresos que se perderían, una cifra rebajada a 300 en caso de jugarse a puerta cerrada.
“Estamos intentando que esta pandemia no sea también una pandemia económica. Queremos volver cuanto antes a la normalidad porque muchas familias dependen del fútbol” proclamó Tebas durante una videoconferencia organizada por el club de marketing ADEA, manteniendo firmes sus intenciones por más que, por primera vez, deslizase la posibilidad de un cierre hasta el próximo curso “aunque es un escenario que no nos planteamos ahora”.
El gobierno mantiene un perfil bajo en su discurso y evita en lo posible referirse al futbol, consciente del peso económico del mismo en la sociedad española y, a la vez, sabedor de la mala imagen que puede transmitir una posición de privilegio en el estado de alarma actual y atento a las reacciones críticas que se multiplican, por más que el Consejo Superior de Deportes medie en favor de los intereses del fútbol, hasta el punto de poner de acuerdo a dos personajes siempre enfrentados como son Javier Tebas y el presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales.
De momento el fútbol sigue parado. Quiere recuperar la actividad… Pero Tebas tiene claro que así seguirá mientras lo estimen las autoridades sanitarias.