El argentino Alejandro Martinuccio recordó su paso por Peñarol, en particular la Copa Libertadores 2011 donde el carbonero llegó a la final cayendo ante el Santos de Neymar. El delantero, en declaraciones al programa Locos por el fútbol (DelSol 99.5 FM), comentó que jamás podría decirle que no a una propuesta del club aurinegro.
Martinuccio se encuentra en el Móstoles de Madrid, club que milita en la Tercera División de España, y relató cómo le llegó la propuesta de jugar en Peñarol en el 2009: “Cuando salgo de Nueva Chicago tenía propuestas de Peñarol y Pontevedra de España, y de Peñarol me dijeron que hacía tiempo no ganaba nada importante, pero me decidí por Peñarol y ahí empezó todo”.
En la temporada 2009-2010 logró el Campeonato Uruguayo tras hacer ganar invicto el Torneo Clausura y derrotar en las finales a Nacional. En 2011 vivió la inolvidable Copa Libertadores que el aurinegro peleó hasta el final.
Uno de los partidos que Martinuccio mantiene muy presente es el encuentro ante Inter por los Octavos de final. En la ida jugada en Montevideo fue empate 1-1 y en Porto Alegre el local (y vigente campeón en ese momento) comenzó ganando, pero Peñarol lo dio vuelta: “El partido con Inter no lo esperábamos, pero siempre manteníamos una estructura que nos daba beneficios, encontrar un gol a los catorce segundos del segundo tiempo te infla el pecho, entonces vas para adelante”.
El argentino valoró: “Teníamos un arquerazo”, en referencia a Sebastián Sosa y contestando así los calificativos de ‘equipo con mucha suerte’ que recibieron los dirigidos por Diego Aguirre. En ese mismo año 2011, Peñarol perdió el Campeonato Uruguayo pero Martinuccio destacó que, sin querer faltarle el respeto a Nacional, nadie le prestaba atención al torneo local, dado que la atención a lo que Peñarol hacía en el torneo continental tenía una repercusión muy diferente y muy grande.
“Muchas cosas te pasan que encontrás y tomás mala decisión; en Peñarol encontré las personas adecuadas, que me haya ido bien a mí es en conjunto, fue un conjunto de todo, es difícil que me vaya bien a mí y mal al resto”, comentó el argentino.
Sobre un posible regreso aseguró: “Si me llamarían y me dicen de ir, yo no lo dudo, pero esto tiene que pasar todavía”. Martinuccio no cree que hoy pueda llegarle un ofrecimiento de Peñarol y sobre si alguna vez hubo una real posibilidad de jugar nuevamente en el carbonero aseguró:
“Nunca se me presentó una oportunidad de volver, y la única vez que pude haber regresado a Uruguay fue en el 2015 que me llamaron de Nacional pero dije que no. No llegué ni a negociar, cuando me dijeron fue una fuente clara y precisa, y ya directamente le dije que no, si decía que sí comenzaba a negociar y decidí cortarlo antes”.
Quien sí le dijo a Nacional en el 2018 fue su compañero Luis Aguiar, jugador importante para Peñarol justamente en esa Copa Libertadores 2011. Martinuccio destacó que hay que tener mucho coraje para hacer lo que hizo Aguiar, ‘tendrá sus motivos y yo no tengo porqué recriminarlo ni nada’.
El argentino también recordó que en una de sus primeras prácticas en Los Aromos tuvo un cruce con ‘El Pato’ Marcelo Sosa: “Yo jugaba para los suplentes y andaba volando, pasé para los titulares y no le ganábamos a nadie; entonces el Pato me dice ‘¿Para el otro lado sí y para este no?’ Y yo y le contesté y después fue, me agarró y me pegó una”.
Martinuccio aseguró que luego quedó todo bien con el Pato Sosa pero que en la semana se quiso ir de Peñarol y hasta el técnico Aguirre tuvo que llamarlo para que se quede.
Por último, recordó el accidente aéreo del club Chapecoense en 2016. El argentino formaba parte del equipo pero no integró el plantel que viajó a Colombia para disputar la final de ida de la Copa Sudamericana: “Después de eso fueron cuatro meses en el club terribles; hoy en día estoy tranquilo y mejor, siempre están los recuerdos, pero lo tenés que vivir para entenderlo”.
Martinuccio dijo por qué no llegó a viajar con sus compañeros: “Yo me había desgarrado y estaba empezando a recuperarme. Una semana antes de la final los integrantes del cuerpo técnico me dijeron que querían que esté con el equipo en Colombia, que sabían que yo estaba en la última etapa de recuperación. Y a mí me salió del alma, y les dije que prefería quedarme una semana más en Brasil y jugar la final de Curitiba; esa charla, el haberme sincerado me salvó”.