BARCELONA -- La Mesa del voto de Censura contra la directiva del Barcelona encabezada por Josep Maria Bartomeu ya se puso en marcha oficialmente, comenzando este martes la comprobación de las 20 mil 687 firmas aprobadas (de las 20 mil 731 anunciadas inicialmente) de socios que avalaron a los impulsores de la moción y que deberá en un plazo máximo de diez días hábiles (hasta el 9 de octubre) validar el número exacto de apoyos, que deberán superar los 16 mil 521 para que se lleve a votación.
Dos miembros de la junta (Marta Plana y Jordi Argemí), dos socios impulsores de la moción (Jordi Farré y Josep Triadó) y un delegado de la Federación Catalana de Fútbol (Josep Maria Vallbona) forman la mesa que quedó constituida y de entrada deberá acordar la gestión de la validación de las firmas, que ya provocó controversia al especularse que siguiendo los estatutos en el recuento "escrupuloso" de las firmas, pudiéndose "realizar las indagaciones necesarias para averiguar su autenticidad", se llegase a llamar a los socios que dieron su firma en el caso de que se dudase de su certeza.
"Queremos que la validación se haga de la misma forma que se hizo siempre, analizando los aspectos formales de la papeleta y analizando exhaustivamente aquellas en las que pueda existir alguna duda”, señaló Marc Duch, uno de los portavoces de la plataforma impulsora de la moción y que no quiso valorar las trabas que se sospecha utiliza la directiva en el asunto.
Entre la plataforma Més que una Moció, cuyo éxito en la recogida de firmas sorprendió a todo el mundo, se considera que estos movimientos en el entorno de la directiva y las noticias de que pudieran existir más de 5 mil apoyos irregulares solo son "rumores interesados" surgidos por los nervios existentes entre los directivos, tan incrédulos en un principio con la posibilidad de que se lograsen las firmas como ocupados ahora en restarles toda clase de credibilidad "al precio que sea".
Si finalmente, como presuponen los impulsores, se superan las 16 mil 521 firmas válidas, la Mesa deberá ordenar a la directiva para convocar la votación, que deberá llevarse a cabo en un plazo de entre diez y veinte días hábiles desde su comunicado. A la vista del calendario, y atendiendo a que el club forzó hasta el último día la constitución de la Mesa, la votación, si procede, podría celebrarse el último fin de semana de octubre.
El cese de Bartomeu y su Junta directiva se produciría en el caso de que, votando un mínimo del 10 por ciento del censo electoral, los favorables al voto de censura alcanzasen dos tercios de los votos, lo cual forzaría a la dimisión inmediata de la directiva, la entrada de una junta gestora y el adelanto de las elecciones, que podrían, en el mejor de los casos, celebrarse durante el mes de diciembre.