BARCELONA -- Deslumbrante en la figura de Ansu Fati, catapultado al primer plano del escenario como el gran protagonista del estreno liguero azulgrana, el Barcelona de Ronald Koeman convenció a los más escépticos con un juego coral que provocó elogios encendidos de la crítica, tanto por lo ofrecido como por lo que se le presupone a partir de su presentación oficial.
Goleador por partida doble y magnífico en una primera parte que reconcilió al barcelonismo con sus jugadores, Ansu Fati compartió alabanzas con Coutinho y con Trincao, con un renacido Jordi Alba, un predispuesto De Jong y, en general, un equipo que en nada se pareció al que se derrumbó la pasada temporada.
El Barça de Koeman. Un concepto puesto en el escenario como sucesor del Barça de Leo Messi, o, quizá, como versión mejorada, y necesaria, para dar cuenta que Leo, el capitán, sigue siendo el hombre franquicia del Camp Nou pero que, afortunadamente, no debe ser el único.
"Los jugadores del Villarreal hasta pudieron despistarse viendo que el balón en ataque no iba de manera continuada a Messi. Le vigilaron de cerca sin atender a que este Barça quiere a Leo pero no quiere depender siempre de él y busca otras soluciones, otras estrategias, otro modo de vida" se escuchó en un análisis urgente de radio que podría resumir esta nueva realidad que, de momento, llama a la puerta esperando a ver si viene para quedarse.
UNANIMIDAD
La prensa española, deportiva o generalista, coincidió en su buena crítica a esta nueva versión. Se centró el elogio en Ansu Fati, desde luego, y se le añadió la mano de Koeman, cuyo intervencionismo, al menos de entrada, por lo visto en su estreno oficial, dejó sensaciones para el optimismo.
"El ciclo del Barça arranca con goleada y buen fútbol" tituló en su crónica el diario Mundo Deportivo, que más allá de la figura del joven canterano destacó que Koeman "le ha dado la vuelta al equipo como un calcetín" y reveló que su primera parte frente al Villarreal fue "demoledora".
Mucho más personalista fue la apuesta de Sport, que revelando que "el Barça de Koeman decidió en un gran primer tiempo" le dedicó tanto la portada como el titular de su crónica a la nueva estrella del equipo. "Un huracán llamado Ansu Fati arrasa al Villarreal" especificó el rotativo, admitiendo que en la segunda parte bajó la intensidad pero proclamando que el trabajo del nuevo entrenador "ha cuajado con un equipo intenso, dinámico y efectivo".
"La era Koeman arranca con goleada y con el impulso de un Ansu desencadenado, autor de dos goles y víctima de un penalti transformado por Messi" escribió en su crónica L'Esportiu, el otro diario deportivo catalán y que también decidió titular a través del canterano. "Huracán Ansu Fati" fue la frase de presentación, añadiendo que las prestaciones del Barça "fueron inmensamente superiores a lo visto frente al Elche".
"Ansu lidera la revolución" destacó en su titular el diario As, especificando que el canterano "lidera la primera victoria oficial de Koeman con dos goles, grandes detalles y un penalti forzado que transformó Messi" y revelando que la joven estrella "logró lo que parecía kimposible, que en el Barça volviera a hablarse de fútbol con ilusión".
También Marca centró sus elogios en el '22'. "Ansu Fati lidera el nuevo Barcelona" tituló su crónica, en la que se hizo mención a que el nuevo Barça de Koeman "comenzó LaLiga arrasando al Villarreal desplegando buen juego, sobrado de goles y con un Ansu Fati descomunal".
"Estreno esperanzador de un Barça muy superior" destacó en su crónica La Vanguardia, relatando que Ansu Fati "impulsa con dos goles a los azulgrana frente a un Villarreal manso" y conviniendo que fue "una actuación esperanzadora del equipo de Ronald Koeman, que disfrutó de un estreno ideal en partido oficial"
El Periódico fue también directo en su titular. "El Barça de Fati golea al Villarreal", especificando que "el delantero juvenil devuelve la sonrisa al once azulgrana con un doblete que hunde al submarino amarillo" y revelando que la goleada "sirve, de momento, para celebrar el regreso de otro Barça, que solo se asemejaba en los colores azulgranas de la camiseta al lánguido y decadente, lento y ajado, que echó a perder la pasada Liga con una ignominiosa derrota ante Osasuna, corolario a un declive que el Bayern, poco más tarde, retrató con toda la crueldad estableciendo lo que debía ser una frontera".
"El piromusical de Ansu Fati" fue el titular elegido por El País, a cuenta de las fiestas de la ciudad, coronadas con un gran final de fuesgos artificiales que coincidieron con el partido del Barça y convertido en el único medio que habló directamente de Messi, sospechando, quizá, un cambio de orden en el equipo.
"La pelota no espera, ni siquiera a Messi, y Ansu Fati viaja a la velocidad de la luz, eléctrico y certero, goleador por excelencia" se lee en una crónica en la que se especifica que ahora "es Messi el que busca su sitio en el mundo del fútbol desde un sitio forzado como es el Camp Nou. Tiene un año para ver si le conviene continuar en el Barça. A buen seguro que Koeman esperará la decisión del capitán mientras arma un equipo que no tuvo ninguna duda en su estreno en LaLiga".
Por fin, el diario El Mundo, también directo, tituló "Ansu Fati es el heredero" aunque le dio una buena dosis de crédito a Koeman: "Nada debería minimizar la labor de Koeman, firme en el caos, en la tribuna mediática, y en la caseta... La metamorfosis tiene más que ver con lo palpable que con lo evidente. El ánimo es otro. El sacrificio también es otro".
El ánimo impuesto por Ronald Koeman, el quinto entrenador de la historia en el Barça, que comenzó su andadura con buen pie tal como hicieran sus predecesores y que, como ellos, se entendió dispuesto a dejar, por encima de cualquier duda, su sello en el Camp Nou.