BARCELONA -- Tonny Bruins Slot falleció este lunes en Amsterdam, a los 73 años, víctima de un cáncer que le fue diagnosticado hace cuatro años. Su nombre puede no decir mucho más allá del graderío del Camp Nou, el olvidado campo de entrenamiento de La Masia o lo que un día fueron los campos adyacentes del desaparecido Miniestadi, pero allí, como en el imaginario del Barcelona, su imagen permanece fija como personaje imprescindible en la historia del Dream Team.
Trabajó con Johan Cruyff en el Ajax primero y el Barça después entre 1986 y 1996 y más tarde, durante casi una década, fue colaborador directo de Ronald Koeman en el propio Ajax, Benfica, PSV, Valencia y AZ Alkmaar, antes de regresar al club de Amsterdam, en el que había comenzado a trabajar en 1972, para, como miembro de la junta ejecutiva del club desde 2011, trabajar en los informes de los rivales del equipo que dirigía entonces Frank de Boer.
En el Barça su imagen más carismática sigue siendo la de la celebración del 5-0 de enero de 1994 sobre el Real Madrid en el Camp Nou... Y que en 2011 reprodujó Gerard Piqué en otro Clásico. Aquella fue la manita del Dream Team que, con el gol de Iván Iglesias (el quinto) provocó que el holandés abandonase el banquillo y celebrase el tanto levantando la mano con los cinco dedos abiertos con una gran sonrisa. "Celebrar tu felicidad no es faltarle el respeto a nadie" se justificó cuando alquien quiso afearle su gesto, diciéndole que se había burlado del Real.
Curiosamente su celebración, la manita al viento, permanece como la imagen más icónica de aquella noche, rivalizando con el hat-trick de Romario o el obús de Ronald Koeman que significó el 2-0 al comienzo de la segunda mitad.
Bruins fue el otro holandés del legendario equipo que bajo el mando de Johan Cruyff conquistó cuatro títulos de Liga consecutivos y la inolvidable Copa de Europa de 1992. Siempre risueño, siempre con un vocabulario característico que rivalizaba con el del propio Johan y siempre con una libreta de apuntes en las manos, fue el ayudante discreto del tandem que formaron Cruyff y Rexach.
Atento con los periodistas que en aquella época seguían el día a día del equipo azulgrana, explicaba sus informes (a veces excelentes, otras no tanto) a quien se lo preguntase con la divertida mirada de su jefe, que lo llevó consigo al Camp Nou a su llegada en 1988.
Estimado por toda la plantilla, eran habituales las broncas con los jugadores por su labor como árbitro en los partidillos de entrenamiento, a los que de vez en cuando se sumaba
Cruyff... y cuyo equipo siempre era beneficiado por las decisiones de Bruins para convertir los finales de entrenamiento en un festival, abandonando a menudo el Miniestadi con destino a los vestuarios del Camp Nou conduciendo un coche al que se subían los 'jefes' mientras los 'indios' (los jugadores) hacían el mismo trayecto andando.
Su fichaje por el Barça lo argumentó el club de una manera curiosa: Johan firmó sin tener en su poder la titulación necesaria para ser entrenador en España y si existían problemas en convalidar su carnet en Holanda Bruins podría ocupar su puesto. Podría haberlo hecho Rexach... Pero en aquellos tiempos no era costumbre entrar en discusiones. Menos aún con Cruyff en el plano. De hecho, Bruins acabó siendo inscrito como auxiliar de material para poder estar en el banquillo del Barça porque solamente se permitía la presencia de dos entrenadores, cuyo papel cumplían Cruyff y Rexach.
Acompañante de Johan, con la labor de ojeador y de hacer informes de los rivales desde su inicial etapa en el Ajax, Bruins volvió a Holanda en 1996 para dirigir las categorías inferiores del PSV y se reintegró dos años después al Ajax, al que llegó a dirigir de manera interina en 2004 y trabajando ya con Koeman, primero en el club de Amsterdam y después en el Benfica, PSV, Valencia y AZ Alkmaar.