BARCELONA -- La recuperación de Philippe Coutinho, lesionado a finales de 2020 y operado del menisco externo de la rodilla derecha el 2 de enero, es motivo de preocupación en el Barcelona, que casi tres meses después de la intervención no pone ningún plazo para una reaparición que, en un principio, se estimó para principios del mes de abril.
Desde el club azulgrana no se negó (ni tampoco confirmó) a ESPN una información de TV3 según la cual el brasileño volvió a ser operado hace pocas semanas para extraerle un quiste de la misma rodilla que le provocaba muchas molestias y tras la cual decidió viajar a Catar para pasar consulta con un especialista de la clínica Aspetar.
En el Barça no se quieren ahora marcar plazos al referirse a su recuperación, dándose por hecho que su vuelta en abril está totalmente descartada y que, con suerte, podría reaparecer en la recta final del curso, a mediados de mayo. De esta manera se entiende seguro que el ex jugador del Liverpool no sumará los diez partidos que le faltan para alcanzar los 100 con la camiseta azulgrana y que evitarán que se deban pagar a su antiguo club el bonus establecido de 20 millones de euros acordados cuando fue fichado en enero de 2018.
Más aún, su futuro en el Camp Nou está marcado con un asterisco por cuanto la directiva de Joan Laporta, esperando al visto bueno del entrenador, considera seriamente la marcha del futbolista al acabar el curso, ya sea a través de un traspaso o de otra cesión para, por lo menos, rebajar la masa salarial de la plantilla y que en su caso significan más de 25 millones de euros, brutos, por temporada. De hecho, en el plan de ahorro, podría llegar a considerarse que aunque resten aún más de 50 millones por amortizar de su fichaje se acordase una salida pactada similar a la de Luis Suárez el último verano.
Y es que Coutinho, considerado uno de los jugadores con los que no contaría el club de cara a la próxima campaña, comenzó el curso con la consideración de titular a ojos de Ronald Koeman completando las primeras tres jornadas de Liga, pero tras unas primeras molestas a partir del Clásico de octubre su presencia en el once perdió consistencia y desde su reaparición en noviembre y hasta su lesión del 29 de diciembre solo entró en el once titular en cinco de los nueve encuentros disputados, de los que además no completó ninguno.