Lionel Messi tuvo una gran noche en la visita del Barcelona al Levante y convirtió un tanto espectacular que practicamente le asegura convertirse en el Pichichi de la actual Liga. Este empate deja con muy pocas chances de conseguir el título al equipo del capitán de la Selección Argentina.
El argentino abrió el marcador para el conjunto culé en minuto 25 de la primera parte gracias a una volea de zurda que fue imposible de atajar para el arquero del local. El argentino aprovechó un centro de Jordi Alba que se desvío y le quedó justo para intentar el gesto técnico.
El 2-0 del Barcelona también lo tendría como protagonista, ya que fue el encargado de comandar una contra que finalizó el joven Pedri.
Tras la remontada de Levante, donde se lo pudo ver activo y reclamando algunas jugadas puntuales a Munuera Montero, el árbitro del partido, Leo buscó a Antoine Griezmann, que controló mal y le dejó la pelota a Dembélé, que puso el 3-2.
Pese a su gol, el número 29 del campeonato, y al buen nivel personal mostrado, el 3-3 final es un golpe duro para Messi, que prácticamente ve como se escapa una Liga que iba a ser especial por el año particular que vivió el argentino en su relación con la dirigencia saliente y los rumores de un posible fin de ciclo.