BARCELONA -- El Barcelona busca y no encuentra, de momento, una solución para rebajar la masa salarial de una plantilla insostenible. A cuatro días de acabar oficialmente la temporada cuenta con 23 jugadores con ficha del primer equipo a los que se sumarán otros 10 el próximo jueves 1 de julio (entre fichajes y cedidos que regresan) y, en caso de no firmar antes su renovación, se restará a uno: Lionel Messi, cuya continuidad se entiende asegurada por más que no esté cerrada a estas horas.
Fuentes del club consultadas por ESPN Digital admitieron la dificultad a la que se enfrenta la dirección de futbol comandada por Mateu Alemany, quien en una de sus primeras reuniones de trabajo especificó la conveniencia de recortar la plantilla, cuando no conocía todavía con exactitud la situación contractual de todos los futbolistas.
Considerando un hecho la permanencia de Messi, Ronald Koeman se encontrará un vestuario superpoblado y Alemany un problema mayúsculo. A los fichajes de Eric García, Sergio Agüero, Memphis Depay y Emerson Royal hay que añadir el retorno de Jean-Clair Todibo, Moussa Wagué y Carles Aleña, además del ascenso oficial al primer equipo de Oscar Mingueza, Ilaix Moriba y Alex Collado, por lo que se sabe indispensable encontrar salida a un buen número de jugadores tanto por ajustarse al número máximo de fichas profesionales admitidas por LaLiga (25) como, más fundamental si cabe, no exceder del límite salarial impuesto por la patronal y que tras estimar la junta directiva de Joan Laporta unas pérdidas del ejercicio 2020-21 cercanas a los 250 millones de euros se sospecha caerá por debajo de los 300 millones.
El Barça pasó de poder destinar a salarios deportivos 656 millones al comenzar la temporada 2019-20 a 347 millones el último curso (una rebaja del 47 por ciento) tan debido a los efectos de la pandemia del coronavirus, que cortó dramáticamente los ingresos ordinarios del club, como a una política suicida de la directiva de Josep Maria Bartomeu, que ofreció fichas desorbitantes a los jugadores en momentos ya ajustados... para verse desbordada cuando todo saltó por los aires.
El club calcula en unos 200 millones de euros la cifra ideal en cuanto a rebaja de masa salarial para no tener dificultades. Ello contando con el nuevo contrato de Messi, de los cuatro fichajes hasta ahora cerrados y sin descartar poder consumar más incorporaciones... Que deberán ir de manera incuestionable atadas a las salidas necesarias.
A partir de aquí, ahora, se trabaja con sumo cuidado y urgencia para liberar fichas y, con ello, rebajar el salario global de una plantilla que ya avisó Laporta está hoy disparada, rozando el 110 por ciento de los ingresos previstos y necesitada de "ajustar para cumplir con el fair play financiero".
LOS DESCARTES
El problema, de entrada, es doble: encontrar salida a los jugadores con los que no cuenta la entidad por un lado y acordar con los demás un ajuste de sus fichas. El primer caso ya se ha comprendido difícil por cuanto no se encuentran clubs dispuestos a mantener los salarios, estratosféricos en varios casos, de los futbolistas a quienes se busca salida. El segundo ha empezado a abordarse y aunque se confía en la buena predisposición de algunos, no todos, jugadores se sabe insuficiente en el recorte global que se necesita.
Hasta once jugadores estima el Barça no deben formar parte de la plantilla, considerando que pudiendo (lo que no es fácil) encontrar acomodo para ellos el ahorro sería muy cuantioso. Neto, Wagué, Samuel Umtiti, Todibo, Junior Firpo, Miralem Pjanic, Philippe Coutinho, Matheus Fernandes, Aleñá, Martin Braithwaite y Trincao (un once completo) forman este colectivo.
Los casos de Philippe Coutinho y Samuel Umtiti son los más llamativos y sangrantes para la economía azulgrana. El coste salarial anual del brasileño, con dos temporadas de contrato por delante, se acerca a los 30 millones de euros y esa es la cantidad, además, que falta por amortizar de su fichaje en enero de 2018. Mientras se recupera en Brasil el Barça ha sondeado todas las opciones posibles... Pero no le ha encontrado, de momento, salida.
Imposible un traspaso que mitigase las pérdidas, tampoco se le encuentra acomodo en forma de cesión y se sospecha muy posible que regrese a Barcelona la segunda semana de julio para ponerse a las órdenes de Koeman, con lo que ello supondrá, financieramente, para el club.
Con Umtiti la situación no es muy distinta: Ni ofreciéndole la baja se soluciona el caso porque el coste salarial del central supera los 20 millones de euros anuales a los que ningún club puede, ni quiere, hacer frente. Y, claro, el francés se mantiene firme en cumplir las dos temporadas de contrato que tiene firmadas.
Si existe mayor optimismo con Junior Firpo, hay dudas con Neto (Koeman no es partidario de dejarle salir por la lesión de Ter Stegen si no se incorpora a otro portero) y dificultades con Pjanic, a quien abriría la puerta Massimiliano Allegri en la Juventus... Aunque el club italiano no quiere ni oir hablar de pagar un traspaso.
En paralelo se negocia la marcha definitiva de Aleñá y una cesión de Matheus, como se busca un acuerdo por Braithwaite (muy reticente de entrada a aceptar) y también con Trincao. De todos los casos el más cercano a solucionarse es el de Todibo, esperándose la confirmación del Niza a hacer efectiva la opción de compra por su pase, pero no existe convencimiento con Wagué, recuperándose de la rotura del tendón rotuliano y el ligamento cruzado lateral, posterior y anterior que sufrió en diciembre de 2020 y que le mantendrá de baja algunos meses más, entendiéndose que, de entrada, no será inscrito.
JORDI ALBA... INTOCABLES Y NO TANTO
Pero hay más. De hecho, en el Camp Nou prácticamente ha desaparecido la palabra intocable. Puede considerarse a Frenkie de Jong y a Marc Andre Ter Stegen. A Pedri, Ilaix (a la espera de su renovación), Ansu Fati, Ronald Araujo y poco más.
A principios de junio Gerard Piqué mantuvo un encuentro con Laporta en el que acordaron renegociar a la baja el contrato del jugador en el que fue primer contacto directo entre el presidente y una serie de futbolistas con los que se quiere tratar una rebaja de salario. O, incluso, estudiar una salida pactada.
Ocurre con Sergi Roberto, a quien le resta un año de contrato, y también con Jordi Alba, atado hasta 2024, a quien el club no desagradaría traspasar (recibió un interés del Inter) pero que choca con la determinación del lateral de permanecer en el Camp Nou.
La última lesión de Ousmane Dembélé, a quien no se espera hasta octubre, frena cualquier opción de colocarle en el mercado y podría reabrir la negociación para renovarle, siempre a la baja, y recoloca en el escenario a Antoine Griezmann, otro de los salarios más altos de la plantilla con un coste anual superior a los 22 millones de euros... Aunque el francés también se ha mostrado muy reacio a dejar el club.
EL ESCENARIO IDEAL
El 10 de julio comenzarán las pruebas médicas en la Ciudad Deportiva y dos días después Ronald Koeman iniciará la pretemporada con los jugadores que no hayan participado en Eurocopa o Copa América. Estos últimos se irán incorporando paulatinamente al trabajo al finalizar sus cuatro semanas de vacaciones y entonces habrá que ver con qué número de efectivos se encuentra el entrenador holandés.
Para el Barça sería ideal rebajar en al menos una decena el número de futbolistas en la plantilla en las próximas semanas y, con ello, rebajar sensiblemente esa masa salarial que ya advirtió Javier Tebas mantiene en guardia tanto a la patronal como, más aún, al propio club.
Todo ello, claro, manteniendo en la medida de lo posible una plantilla lo suficientemente competitiva para afrontar los últimos años de Leo Messi en plenitud y pudiendo pelear por todos los títulos.