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Barcelona: Un 'cheque en blanco' para el Madrid

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La Tribuna de LaLiga con Fernando Palomo (1:46)

Barcelona y Real Madrid protagonizan el duelo más universal en medio, ambos, de revoluciones internas y con figuras cada uno que pueden definir el Clásico con su calidad. (1:46)

El Real Madrid no goza de cabal salud, pero el Barcelona tiene una enfermedad crónica para la que todavía no inicia un tratamiento.

Pese a que ninguno llega ni cerca de su mejor versión, el Clásico tiene a un claro favorito con todo y que se juega en el Camp Nou: el Real Madrid.

La temporada merengue no ha estado exenta de groseros tropiezos –como la derrota en el Bernabéu ante el modesto Sheriff–, sin embargo, a todas luces el conjunto de Carlo Ancelotti tiene mayores recursos que su alicaído acérrimo rival.

Karim Benzema y Vinícius están convertidos en un par de fieras en el ataque, y sin jugar a las adivinanzas, no es difícil advertir los problemas que le van a generar a una defensa culé que es la línea más endeble del Barça.

El Barcelona llega con dos victorias en fila, frente al Valencia, en LaLiga, y ante el Dinamo Kiev, en la Champions League, pero más allá de resolver la urgencia de sumar los puntos mencionados y darle cierto respiro a su cuestionado entrenador, el equipo sigue sumergido en una pobreza de funcionamiento que es imposible ocultar.

Cada partido resulta un buen pretexto para que Ronald Koeman recuerde que a su equipo “no se le puede exigir” ser protagonista y pelear por los máximos títulos.

El holandés tiene un justificante perfecto ante el paupérrimo desempeño y no se diga para las derrotas. Lo más grave es que cuenta con el aval del presidente del club, Joan Laporta.

Si antes la esperanza ante la ausencia de un sistema o idea colectiva recaía en Lionel Messi, ahora Koeman deposita dicha responsabilidad en Ansu Fati, a quien más allá de su incuestionable talento no se le puede exigir que con 18 años sea el salvador de un Barcelona sin rumbo.

Por si fuera poco, van cuatro Clásicos en los que el Barça no puede ganar (tres derrotas y un empate) y la realidad de ambos equipos indica que esa mala racha puede crecer.

Así las cosas, será el primer Barcelona-Real Madrid sin Messi, lo cual es un motivo más para dar como favoritos a los blancos en un Camp Nou que estará a reventar.