El festejo de Cristiano Ronaldo se interrumpe abruptamente. Corre el minuto 88 del choque ante Islandia por las Eliminatorias para la Euro 2024. y CR7 acaba de marcar el gol del triunfo, tras una buena asistencia de cabeza de Goncalo Inacio. Pero enseguida ve al juez de línea con el banderín levantado, cobrando offside.
Cristiano le clava una mirada furibunda al árbitro mientras hace que "no" con su dedo índice. Está seguro de que la jugada fue válida.
Interviene el VAR y, después de un par de minutos que son una agonía, da por bueno el gol. El 'Bicho' retoma el festejo, tal vez con mayor intensidad por el suspenso, y la imagen es el mejor corolario para la celebración por su partido número 200 con la camiseta de la Selección de Portugal.
Cristiano, referente y capitán del equipo luso, anotó su 123º tanto con el conjunto nacional tras un encuentro en el que el cerco defensivo islandés había frustrado una y otra vez sus intentos.
En un corner que llegó desde la derecha a los 48, se desmarcó rápido y ejecutó su típico salto para cabecear. Le dijo que 'no' a la pelota, como mandan los libros, pero algo incómodo porque el balón le había quedado apenas atrás.
Con el arquero vencido, la pelota aterrizó en el techo del arco, rozando el travesaño.
El planteo de Islandia no permitió sus clásicas escapadas. Prácticamente clausuró la chance de ataque rápido. Una sola vez pudo quebrar eso. Fue a los 68, tras un pase frontal y elevado. CR7 la dominó y encaró hacia el arco desde el sector izquierdo del área.
Cuando iba a definir, Sverrir Ingi Ingason apareció en el momento exacto para bloquear su disparo.
Como una metáfora de lo que fue su carrera, Cristiano jamás desistió.
El premio llegó a los 88 minutos.