Con Fabián Ruiz como figura, una contundente España goleó por 3-0 a Croacia en la primera fecha de la Eurocopa 2024.
El jugador de 28 años, que milita en Paris Saint-Germain, estuvo muy inspirado y fue el artífice del triunfo, ya que convirtió el segundo gol y brindó la asistencia en la apertura del marcador, cuando parecía que el mejor momento de la Furia Roja ya había pasado.
Porque los dirigidos por Luis de la Fuente habían asediado con tanta insistencia como ineficacia a los croatas en los primeros 20 minutos del choque. Para el momento de la inauguración del tanteador daba la sensación de que el conjunto de Zlatko Dalić se había asentado en la cancha y ya no sufría tanto.
En realidad, era España adaptándose. Porque el primer gol llegó por una vía diferente: el contraataque. Salió rápido la Furia Roja, Ruiz recibió en el centro de la cancha y soltó una gran asistencia en forma de pase filtrado para Álvaro Morata, que evitó caer en offside, quedó cara a cara con Dominik Livakovic y no dejó pasar la oportunidad.
Apenas tres minutos después, el propio Ruiz la agarró en la medialuna, gambeteó hacia adelante a dos defensores y la cruzó para concretar un tanto de gran factura. Era evidente, el jugador del PSG estaba en su día.
Con la tranquilidad de la ventaja, España comenzó a gestionar mejor el trámite del partido.
Soportó un par de ataques punzantes de su rival y, en la última jugada del primer tiempo, dejó casi resuelto el pleito. A la salida de un tiro de esquina, nadie fue a presionar al joven Lamine Yamal, que tuvo tiempo para mirar, esperar y calcular. ¿La consecuencia? Le puso un centro perfecto a Dani Carvajal, que hasta pudo dejar caer el balón para definir con la pierna derecha y poner un 3-0 que parece definitivo.
En el segundo tiempo, el conjunto de De La Fuente mostró sus dotes de administrador. Con la buena ventaja que ya tenía en su haber, intentó no tomar grandes riesgos y para eso eligió el camino de la posesión.
En líneas generales, tuvo éxito en esa búsqueda. Si bien es cierto que Croacia tuvo un par de llegadas claras, entre la buena predisposición defensiva española y la carencia de eficacia de los balcánicos, el tanteador no se movió.
Ni siquiera lo hizo cuando, a los 80 minutos, Bruno Petkovic desaprovechó tres chances inmejorables para descontar. Primero, cuando quedó con el arco libre de frente y eligió tirarse ante la falta de Rodri, para que el árbitro cobrara penal, en lugar de hacer el gol.
Luego, cuando su ejecución desde los 12 pasos fue atajado por Unai Simón. Y, por último, cuando logró finalmente introducir la pelota en el arco rival tras la jugada del rebote del penal pero la acción terminó invalidada por invasión de Ivan Perisic.
De todas maneras, podría haber terminado 3-1 en vez de 3-0. No cambiaba demasiado para el desarrollo del encuentro, aunque sí puede llegar a ser significativo en cuanto a la diferencia de gol en caso de que los croatas deban definir algo por esa vía más adelante.
Más allá de esta polémica, la victoria de España fue inobjetable y será una inyección anímica importante para el equipo de De La Fuente en lo que resta de torneo.