LEIPZIG (Enviado especial) -- El pitazo final dejó esa sensación de resignación. Se veía venir, pero no por eso deja de doler. A la noche de viernes de Leipzig le faltó Kylian Mbappé y su tan comentada máscara en un Francia vs. Países Bajos que se despidió silbando bajito en la Eurocopa.
Los primeros cuatro minutos fueron un espejismo, un amague, una ilusión. El arranque nos hizo creer que la promesa de partidazo podía cumplirse. El escenario lucía impecable, sobraban intérpretes de buen nivel. Pero claro, faltaba él. El actor protagónico. El más mirado aunque luzca una máscara, tras la lesión en la nariz que sufrió ante Austria.
"Hey Mbappé. Flew 4000 km to see u for first time. Selfie please?", rezaba el cartel de una familia de Connecticut, con fondo rojo y letras blancas. Era tan solo uno de los cientos de carteles o banderas que hubo en el Red Bull Arena, que estuvo pintado en su mayoría de naranja por la fiesta habitual de los neerlandeses.
En el reconocimiento de campo del jueves, llamó la atención su protección, con los colores de su país, el logo de la FFF, el '10' con dos estrellas y sus iniciales. Sin embargo, las reglas de la UEFA impiden la utilización de máscaras de más de un color, por lo que para la cita de la segunda fecha del Grupo D, optó por una más sobria, totalmente negra y con la bandera francesa.
Pegado a los carteles de publicidad, a la altura de mitad de cancha, ESPN.com siguió los (pocos) movimientos del campeón del mundo en Rusia 2018 durante el calentamiento. El ya delantero de Real Madrid se sentó unos minutos sobre el balón. Hasta que se paró, se tomó varias veces la cara y se puso a charlar con algunos integrantes del cuerpo técnico evidenciando cierta incomodidad. La misma que fue totalmente explícita finalizada la entrada en calor, cuando se la quitó camino al vestuario con gesto adusto.
Falta de eficacia y muchos goles en el banco
Lo dicho, dos de los candidatos a pelear por la Eurocopa salieron con todo. Mike Maignan respondió muy bien en dos oportunidades cuando lo exigieron. Y en el arco de enfrente, Antoine Griezmann todavía se debe estar lamentando por las inmejorables chances que desperdició.
Didier Deschamps y Ronald Koeman apelaron a los artilleros que tenían sentados cerca. Olivier Giroud y Wout Weghorst alimentaron la esperanza, pero carecieron de ocasiones concretas. El que definitivanente no estaba para ingresar era Mbappé.
El instante de mayor incertidumbre se dio cuando Xavi Simons, local al ser futbolista de Leipzig, aprovechó un rebote del arquero para mandar la pelota a la red. La euforia de la marea naranja no se hizo esperar, pero en la tensa espera, el VAR interpretó que existió una interferencia de Denzel Dumfries y decidió anular la jugada.
Por otra parte, N'Golo Kanté aparecía por todas partes, con un 92 por ciento de precisión en sus pases, para ser considerado el MVP y el bloque defensivo de la Oranje desbarataba cualquier intento (16-9 en duelos ganados y 20 de 23 despejes completados) ante un rival mucho más interesado en llevarse los tres puntos. Ahora quedaron ambos en la cima del grupo, ya encaminados hacia los octavos.
Al término del 0-0, el primero luego de 50 encuentros del certamen (el anterior habia sido el Inglaterra-Escocia de la Euro 2020), los ojos volvieron a depositarse en el que no jugó. El '10' francés le brindó todo su afecto a Georginio Wijnaldum, mientras sus compañeros de Selección saludaban a su público ubicado mayoritariamente detrás de uno de los arcos.
Máscara en mano, Mbappé se acercó al área grande, aplaudió dos veces a sus hinchas, agradeció la ovación y se fue. Con sabor a poco como se fue el Francia-Países Bajos. Y como también seguramente se fueron la familia de Connecticut y otros miles, sin cumplir el sueño de verlo en acción.