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La Euro 2024 metió una pausa... para tomar envión

DÜSSELDORF (Enviado especial) -- Fueron 13 días de fútbol en continuado, de estadios repletos, de grandes movilizaciones y salvo algún hecho aislado, de convivencia pacífica. Apenas el inicio de una gran celebración.

Casi dos semanas después, llegó un respiro. Finalizada la fase de grupos de la Euro 2024, Alemania recobró su ritmo habitual, al menos momentáneamente. En Altstadt, el pintoresco Centro Viejo de Dusseldorf, volvieron a escucharse los músicos callejeros. Ya no se vieron tantas camisetas ni banderas, la gente comenzó a cenar cerca de las 19:00, en la enorme cantidad de mesas dispuestas sobre el empedrado, sin el bullicio futbolero que se apoderó de la escena en los últimos días.

En el Fan Zone ubicado en Burgplatz, la pantalla gigante no mostraba a grandes estrellas, sino a aficionados de más de 40 años que estaban jugando un torneo en una cancha montada en ese mismo lugar. Mientras que en los bares, donde es costumbre juntarse a charlar y tomar cerveza, los televisores repetían algún partido, sin volumen.

Unos invitados sorpresa

En sus inmensos parques y espacios verdes, los habitantes de la única gran ciudad alemana que conserva la palabra “dorf” (pueblo) en el nombre, aprovecharon el sol para disfrutar de un picnic sobre el césped, las plazas de juegos o los extensos caminos para andar en bicicleta o monopatín. Claro que no contaban con la llegada de unos invitados sorpresa: los mosquitos.

Las inundaciones en Baviera y el clima húmedo favorecieron la invasión de insectos, que fue tema en el seno de la Selección de Alemania. “Tenemos una plaga de mosquitos tremenda. Necesitamos asegurarnos de que haya algo de viento para reducir su número. Si no, tendremos que movernos”, admitió su entrenador Julian Nagelsmann desde el complejo de Herzogenaurach.

Una noche más corta, a la espera del fútbol

Por estas horas, también se apagó en parte la movida nocturna en el casco antiguo. Sin tantos turistas, fue posible recorrer de punta a punta las siempre afamadas Ratinger y Muhlenstrabe, la zona del Rathaus (ayuntamiento de finales del siglo XVI) y Marktplatz porque la noche no se extendió demasiado.

Les queda poca calma a las sedes de la Eurocopa porque este sábado ya arrancan los octavos de final. Dusseldorf comienza a prepararse para recibir el atractivo Francia-Bélgica del próximo lunes y un duelo de cuartos de final, que podría ser nada menos que un Italia vs. Inglaterra.

Lo vivido en las últimas horas fue un pequeño respiro. Simplemente una pausa para tomar envión.