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Un líder reprobado: el curioso caso de Inglaterra en la Eurocopa

COLONIA (Enviado especial) – La imagen del final, sin ningún tipo de contexto, podía llegar a confundir. De un lado, los de azul. Se abrazaban, saltaban, cantaban y se deslizaban sobre el césped de cara a su gente, en un clima de euforia y extrema felicidad. Del otro, los de blanco. Caminata lenta de unos pocos, gestos adustos y aplausos al público que todavía no había encarado hacia la salida, mientras volaban algunos vasos vacíos.

¿Quién vestía de azul? Eslovenia, que con el 0-0 en Colonia se clasificó 3° del grupo C y logró el gran objetivo de avanzar a octavos de final en su segunda participación en una Eurocopa (la anterior en 2000). ¿Quién tenía camiseta blanca? Inglaterra, líder de la zona pero fuertemente reprobado por sus hinchas por el nivel exhibido. ¿El principal apuntado? Su técnico Gareth Southgate.

“Entiendo el discurso hacia mí y es mejor para el equipo que para ellos, pero se está creando un ambiente inusual en el que actuar. No he visto a ningún otro equipo clasificarse y recibir algo parecido”, dijo el entrenador sobre la reacción de los simpatizantes.

Aunque Southgate percibió “señales alentadoras” respecto al 1-0 ante Serbia y el 1-1 con Dinamarca, sobre todo en el manejo del balón y en el impacto que generaron los cambios, lo cierto es que su equipo se demostró demasiado liviano y no encontró nunca los caminos para poder entrarle al muy bien parado conjunto esloveno, con un seguro Jan Oblak.

Un ratito de Phil Foden y la esperada entrada de Cole Palmer lograron romper un poquito la monotonía inglesa. Harry Kane tuvo una sola chance y con un remate desde afuera. La mejor conexión se dio en el 1° tiempo, en la jugada que terminó en gol de Bukayo Saka y fue anulada correctamente por offside.

El irreconocible Jude Bellingham

Los números son más que descriptivos. En sus 90 minutos en cancha ante Eslovenia, Jude Bellingham no remató al arco, no generó situaciones, apenas el 12 por ciento de sus toques fueron hacia adelante, no tuvo pases en el último tercio de la cancha, ganó el 22% de los duelos (el peor del equipo) y perdió 16 pelotas (el peor de su equipo). Si bien anotó el gol de cabeza para el triunfo ante Serbia que lo tuvo como MVP, en toda la fase de grupos solo acumuló 1 tiro y 1 oportunidad creada.

Exfiguras de los Tres Leones como Gary Lineker, Alan Shearer y Joe Hart hoy devenidos en comentaristas de TV, se mostraron críticos con el nivel del equipo. El que les salió al cruce fue Kane: "La Selección no ha ganado nada desde hace mucho. Muchos de estos jugadores también formaron parte de eso y saben lo duro que es”.

Hasta el momento, la figura de Real Madrid se salvó de los cuestionamientos porque los cañones siguen dirigidos al técnico. Nobleza obliga: al promediar el segundo tiempo, el aliento de los hinchas ingleses fue incesante. Sin embargo, la tribuna comenzó a despoblarse unos minutos antes del cierre y lo dicho, hubo muestras de desaprobación en el saludo final.

“Entiendo que no estén contentos conmigo. Tengo que afrontar lo que tengo que afrontar. No iba a renunciar a dar las gracias a la gente por venir y dar el apoyo que dieron, pero sé que esto está causando un problema para el grupo”, consideró quien llegó en principio como interino en 2016. Una a favor en todo este panorama: Alemania, España, Francia y Portugal quedaron del otro lado del cuadro.

Una definición de grupo más que particular

Con tres empates (1-1 ante Dinamarca y Serbia, y 0-0 contra Inglaterra), Eslovenia igualó en los registros de puntos, diferencia de goles y enfrentamiento directo con Dinamarca, pero quedó 3°. ¿Por qué? Desempató la tabla de puntos disciplinarios en la que los eslovenos vieron 7 tarjetas amarillas contra 6 de los daneses. La extrañeza se agiganta al advertir que una de ellas fue para el ayudante de campo de Matjaz Kek.

Tan mal no le salió porque la fortuna quiso que evitara el lado más complejo del cuadro. Al margen, Eslovenia hizo historia al haber superado la fase de grupos. Por eso el festejo alocado en Colonia, justo en el Día Nacional donde celebraba su independencia de 1991.

Del otro lado, la sensación opuesta. Al puntero lo despedían como si hubiese quedado eliminado. Una imagen que podía confundir a cualquiera que justo haya llegado a la transmisión de TV o que haya aterrizado en ese momento en Colonia.