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Villarreal y Atleti demuestran que el fútbol defensivo tiene su puesto en la Champions y la era moderna

Si la sorpresa que dio en cuartos de final ante el Bayern Munich nos sirve de indicio, es probable que el Villarreal salga a la cancha con un sistema extremadamente defensivo. (Photo by Marcio Machado/Eurasia Sport Images/Getty Images)

Sin duda, Real Madrid-Manchester City es el cruce glamoroso de las dos semifinales de UEFA Champions League; sin embargo, el otro choque nos ofrece un duelo de estilos que se hace cada vez más raro al más alto nivel del fútbol mundial. Si su actuación en cuartos de final contra Bayern Munich nos sirve de indicio, es probable que el Villarreal salga a la cancha con un sistema extremadamente defensivo, con todos sus jugadores cerca de su propia área mientras que sus rivales del Liverpool disfrutan de la mayoría del porcentaje de posesión mientras intentan romper las líneas del "Submarino Amarillo".

Los enfrentamientos en los que un equipo triplica o cuadruplica las estadísticas de remates y tiempo en poder del balón de su rival son frecuentemente catalogados como "aburridos" de forma inmerecida. No todo el fútbol defensivo es anti-fútbol y el Villarreal agrega cierta diversidad refrescante a una competición que ya no cuenta con tantos estilos tácticos distintos como antes. Después de todo, las tácticas empleadas por los grandes equipos parecen asemejarse cada vez más.

Pep Guardiola y Jurgen Klopp, caracterizados en una ocasión como técnicos con filosofías distintas, se han acercado tácticamente durante su paso por la Premier League. Ya no se ven enfrentamientos entre "tiki-taka" y el gegenpressing; de hecho, si se perdieron la última década de fútbol masculino a nivel de elite, costaría distinguir en un partido entre Manchester City y Liverpool qué equipo fue dirigido por un innovador a la hora de jugar sin el balón y cual fue entrenado por un innovador a la hora de jugar con la pelota.

Y así, a medida que han ido compitiendo por todos los títulos importantes, estos dos estilos antes opuestos han chocado para transformarse en algo que la mayoría de los clubes de todo el mundo aspira replicar. El City se ha convertido en un equipo de presión más agresiva en años recientes, mientras que el Liverpool se ha orientado más hacia la posesión de forma gradual, algo que el mismo Klopp mencionó en la previa del partido de Premier League entre City y Liverpool el pasado 10 de abril.

"El City tiene el porcentaje de posesión más alto de la liga, nosotros no estamos muy lejos", dijo Klopp en una entrevista con la cadena Sky Sports. "Tenemos cifras similares de posesión. Hay diferencias en nuestra formación, pero no hay tantas diferencias como antes. Ambos equipos van a la contra, quieren recuperar el balón arriba".

Gracias a los avances en la nutrición y acondicionamiento físico, aparte de la mayor aceptación y dependencia de la recopilación y análisis de videos y datos, es más fácil que nunca para los clubes de cualquier nivel armar equipos que jueguen bonito desde la zaga y presionen agresivamente a sus rivales. El nivel que los equipos de presupuesto mediano de las grandes ligas pueden mostrar utilizando este estilo es sumamente impresionante (saltan a la mente los ejemplos del Atalanta en Serie A y el Real Betis en LaLiga), y más equipos que nunca juegan de una forma popularmente calificada como "buen fútbol".

No obstante, esto se produce a expensas de una variedad táctica, y existen muy pocos choques de estilos al máximo nivel del balompié. Todos los equipos en el escalón superior de recursos financieros intentan operar dentro de la misma visión macro sobre cómo se supone debe jugarse al fútbol, con ajustes a nivel micro con la intención de maximizar el talento individual y aprovechar los enfrentamientos.

Por esta razón, dos de los recientes cruces de cuartos de final de Champions fueron una bocanada de aire fresco.

El Atlético de Madrid, el mismo plantel que constantemente se ha resistido a caer en el embrujo de las tendencias tácticas bajo el mando del DT Diego "Cholo" Simeone, optó por desplegar la totalidad de sus 11 jugadores a menos de 30 metros de su propia portería en la ida de su choque con el Manchester City. Phil Foden dio ventaja al City en el marcador en una ocasión; sin embargo, el Atleti persistió con sus tácticas en el primer tiempo del encuentro de vuelta, aunque con un poco más de ambición en el contraataque. La plantilla de Simeone debió abrirse para buscar un gol en los últimos 45 minutos del enfrentamiento; sin embargo, se dieron la oportunidad de clasificar a semifinales gracias a lo hecho en los 135 minutos anteriores.

Entre las diferencias de nivel y talento técnico que separan a ambos equipos en estos momentos, enfrentarse al Manchester City en un partido con estilos idénticos probablemente habría resultado en la derrota colchonera por mucho más de un gol.

Las tácticas del Atleti nos dieron una clase de espectáculo que solía ser muy común, pero que se ha hecho cada vez más raro al más alto nivel del fútbol mundial: un equipo con talento de primera en el ataque, confrontando dificultades para romper un búnker perfectamente organizado. No sería muy entretenido si la mayoría de los partidos de fútbol se jugaran de esta forma; sin embargo, en la actual era de tácticas más homogéneas, parecía un pequeño regalo.

El Villarreal y Bayern Munich jugaron dos partidos similares, aunque con un poco más de precisión a la contra por parte de los menos favoritos, lo que produjo un resultado aún mejor. El Villarreal se replegó con dos "bancos" de cuatro jugadores dentro de un sistema defensivo 4-4-2, terminando la eliminatoria con 35% de posesión contra 65% del Bayern, y 16 remates contra 45 del campeón de la Bundesliga.

Estas diferencias sorprendentes sugieren que los bávaros fueron mejor equipo por margen significativo y que no tuvieron suerte al quedar eliminados. No obstante, de acuerdo con el modelo de goles esperados de Michael Caley, calculado utilizando los datos de la empresa Opta, el Bayern sólo generó 0.5 goles esperados más que el Villarreal con esos 29 tiros adicionales. La defensa profunda y organizada del "Submarino Amarillo" frustró a sus rivales, llevándolos a efectuar una gran cantidad de remates mediocres desde fuera del área. En otras palabras: el equipo que aparentemente controlaba la eliminatoria (Bayern) y el que estaba en inferioridad de condiciones (Villarreal) terminaron los 180 minutos con la misma cantidad de ocasiones de alta calidad desde zonas centrales del área.

Armar plantillas en torno a jugadores que se adaptan a tu estilo

Si eres el Villarreal, no puedes tenerlo todo a la hora de fichar jugadores. El Bayern Múnich puede contratar futbolistas sin debilidades palpables; por el contrario, el Villarreal debe elegir cuidadosamente de acuerdo con las habilidades que quieren enfatizar en ciertas posiciones y armar una plantilla con individualidades que se complementen entre sí, mientras que disimulan las deficiencias de cada uno. Y el estilo de juego utilizado por el técnico del Villarreal Unai Emery en cuartos de final aprovechó al máximo el talento de los jugadores que tenía a su disposición.

Con el volante Dani Parejo, el Villarreal tiene un jugador que no cuenta con habilidades atléticas para imponerse en un juego de transiciones contra un equipo de la calidad del Bayern; sin embargo, si tiene la capacidad de hacer pases para crear situaciones de peligro a partir de una muy pequeña cantidad de ocasiones: entre los volantes de contención, Parejo se encuentra en el percentil 97 de asistencias esperadas en las Cinco Grandes ligas de Europa. De forma similar, el artillero Gerard Moreno no es una máquina de presionar, aunque cuenta con excelente técnica. Su compañero en el ataque Samuel Chukwueze no aporta goles y asistencias de forma constante a sus 22 años; no obstante, cuenta con la habilidad para crear algo de la nada en su condición de suplente.

Si el Villarreal intentara emular el estilo del Bayern, habría sido humillado. Por el contrario, Emery creó condiciones dentro de las cuales sus jugadores podrían ser exitosos, y ese trio capitalizó su mejor oportunidad de la vuelta con un contraataque preciso, que les hizo imponerse en su eliminatoria.

Los enfrentamientos en Champions tales como estos dos cruces de cuartos de final, en los que un equipo cuenta con una ventaja significativa en cuanto a talento, mientras que el otro debe averiguar cómo obtener lo mejor de sus jugadores que tienen si quieren tener alguna posibilidad, son tan atractivos como esos partidos en los que ambos equipos se lanzan hachazos entre ellos.

El fútbol muestra su mejor rostro cuando hay variedad, y hemos sido afortunados al contar con dos semifinales de Champions completamente diferentes. Manchester City-Real Madrid, un enfrentamiento entre dos equipos que no saben cómo replegarse en el improbable caso de que se les exigiera, fue un encuentro lleno de suspenso, de ida y vuelta con múltiples goles para ambos en la ida disputada en la noche del martes en el Etihad Stadium. Pero es igual de interesante ver al Liverpool, equipo que brilla atacando rápidamente en espacios abiertos, enfrentado a un Villarreal que ha demostrado su capacidad para ahogar a los mejores de Europa con su bloque defensivo bajo.

El Everton tuvo la amabilidad de poner a prueba a los Reds en el Derby de Merseyside del pasado domingo, manteniendo al Liverpool fuera del marcador (sin tiros a puerta) hasta el minuto 62, defendiendo con sus 11 hombres replegados en su propio campo hasta que cayeron 2-0. El Villarreal hará que Liverpool choque con un equipo que probablemente se ubique con un repliegue similar, aunque con un poco más de calidad para salir de los problemas y ejecutar a la contra.

Múltiples aficionados (quizás hasta los seguidores del Atleti y Villarreal) preferirían ver a estos equipos de mentalidad defensiva saliendo de sus caparazones para mostrar algo de valentía, pero si todos los equipos juegan al mismo estilo futbolístico y el juego se hace tácticamente homogéneo, tendremos algo que sinceramente no sería muy interesante y que perdería valor como producto de entretenimiento. Si la única razón por la que ves partidos de fútbol son los goles preciosos, es mejor que te ahorres algo de tiempo y busques en YouTube. Puedes ver cientos de ellos en cuestión de 20 minutos. La existencia del gran fútbol defensivo es lo que hace que el gran fútbol de ataque sea tan satisfactorio.