El Red Bull de Salzburgo, vigente campeón austríaco, se impuso este viernes en la final de la Copa de Austria al modesto Austria Lustenau, actualmente séptimo en la segunda división, por 5-0 y ganó así el primer título nacional en Europa tras el parón forzoso por la pandemia del Coronavirus.
La final, que estaba prevista inicialmente para el pasado 1 de mayo, se jugó en el estadio Wörthersee de Klagenfurt, en el sur del país, sin público y en medio de las vigentes medidas de seguridad sanitaria contra la COVID-19.
Esto incluía la prohibición de celebrar los goles con excesivo contacto físico entre los jugadores, como los abrazos. La nueva normalidad incluyó que durante la celebración los jugadores dejaron espacio entre ellos al momento de alzar el trofeo de campeón, mientras celebraban en la soledad del estadio.
Al minuto 38, se paró el partido porque Junuzovic, registró un sangrado en la cabeza tras ser golpeado por el pie de Freitag, tuvo que ser que ser tratado en la cancha. Vendado, Junuzovic volvió al juego tres minutos más tarde.
Con esta victoria, el Salzburgo, trece veces campeón austríaco desde 1994, ha ganado seis de las últimas siete copas, mientras que aspira a ganar este año su séptima liga consecutiva.
El único país europeo que siguió en los últimos tres meses jugando partidos oficiales de su liga era Bielorrusia, que renunció a todo tipo de medidas de precaución contra el Coronavirus.
La liga austríaca se reanuda el próximo martes y aún faltan 10 jornadas para finalizar el campeonato, en el que el Red Bull Salzburgo va primero en la tabla.