PARÍS - La Liga francesa, que conserva a ocho campeones del mundo consagrados en Rusia, cerró el mercado de verano con un París Saint-Germain (PSG), famoso por derrochar, extrañamente contenido y con el brasileño Neymar en sus filas, a pesar de los rumores sobre su salida.
Los otros tres grandes del campeonato, el Mónaco -rival del Atlético de Madrid en la Liga de Campeones-, el Lyon y el Marsella, tampoco han hecho grandes gastos.
Después de haber invertido en 2017 unos 400 millones de euros en fichar a Neymar y a Kylian Mbappé, el PSG se mostró este verano cauto debido, en parte, a la investigación de la UEFA sobre sus desorbitados gastos en las últimas temporadas que podría desembocar en una dura sanción.
La mejor noticia para el alemán Thomas Tuchel, nuevo entrenador del PSG en sustitución del español Unai Emery, fue la permanencia de Neymar, a quien muchos daban en el Real Madrid como sustituto del portugués Cristiano Ronaldo.
El "10" de la selección de Brasil, quien mantuvo el misterio durante algunas semanas previas al Mundial, cerró las puertas a una salida inminente al recordar que tenía contrato en vigor con los parisinos.
Ante la presión de la UEFA por el juego limpio financiero, el PSG vendió primero al argentino Javier Pastore, al Roma por unos 24 millones, y al español Yuri Berchiche, al Athletic de Bilbao, por el mismo montante.
En los últimos días del mercado, traspasó además al portugués Gonçalo Guedes al Valencia por 40 millones.
Thilo Kehrer, una joven promesa del fútbol alemán procedente del Schalke 04, ha sido la adquisición más cara, unos 32 millones de euros.
Asimismo, los parisinos ficharon gratis al legendario portero italiano Gianluigi Buffon, exjugador del Juventus y de 40 años, con el objetivo de que inculque la experiencia necesaria al equipo sobre todo en la Liga de Campeones, en la que no pasaron de los octavos los dos últimos años con derrotas ante el Barcelona (2017) y Real Madrid (2018).
La plantilla del PSG, que cuenta con los campeones mundiales Mbappé, el defensor Presnel Kimpembe y el meta Alphonse Areola, la cerrarán el lateral zurdo español Juan Bernat, procedente del Bayern de Múnich, y el camerunés Eric Maxim Choupo-Moting, del Stoke City inglés, quienes pasaron este viernes el examen médico.
El Mónaco se ha vuelto a quedar este curso desarbolado a cambio de hacer caja.
Ya no están pilares del campeón francés en 2017 como Fabinho, que se marchó al Liverpool por 45 millones; Thomas Lemar, al Atlético de Madrid a cambio de 70 millones; y el portugués Joao Moutinho, al Wolverhampton.
También salieron valores de futuro como el senegalés Keita Baldé, cedido al Inter de Milán.
Sin embargo, el colombiano Radamel Falcao, capitán del equipo, sí que sigue en el Principado, así como el lateral Djibril Sidibé, campeón con Francia.
El Mónaco del entrenador portugués Leonardo Jardim se reforzó con jóvenes talento como el internacional ruso procedente del CSKA de Moscú Alexandre Golovin, por el que se gastaron 30 millones, y con el adolescente de 17 años exjugador del Lyon Willem Geubbels, por el que invirtieron 20 millones.
El delantero Nacer Chadli, que realizó un buen papel con Bélgica en el mundial de Rusia, fichó por los monegascos en el último tramo del mercado procedente del West Bromwich Albion a cambio de 12 millones.
El Lyon, que como el PSG y el Mónaco juega la Liga de Campeones, se quedó sin el hispano-dominicano Mariano Díaz, que regresó al Real Madrid a cambio de unos 22 millones, pero conservó al campeón del mundo Nabil Fekir.
El Marsella, que presume de contar en sus filas con varios campeones del mundo, el portero Steve Mandanda, el central Adil Rami y el delantero Florian Thauvin, ha fichado como jugador estrella al medio holandés Kevin Strootman, procedente del Roma a cambio de unos 25 millones.
El club del sureste de Francia, cuyo director deportivo es el español Andoni Zubizarreta, dejó partir al Fulham inglés al medio camerunés Franck Zambo Anguissa por unos 30 millones.
Otro de los nombres más mediáticos de la Liga francesa, el italiano Mario Balotelli, se quedará finalmente en el Niza, después de haber sido cortejado por el Marsella.