BARCELONA -- Leo Messi no olvida, dos meses después de su salida intempestiva del Barcelona, las circunstancias que provocaron su divorcio con el club azulgrana y durante una entrevista con el diario Sport, la primera que concede a un medio español desde su llegada a París, dejó claro su disgusto con el presidente del club, Joan Laporta, con quien se apresuró a aclarar que no ha vuelto a hablar desde agosto, y al que afeó que llegase a decir que esperaba que jugase gratis. "Esas palabras estuvieron fuera de lugar", proclamó el crack argentino, centrado absolutamente en un PSG con el que, avisó, aspira "a ganar la Champions".
"Hice todo lo posible por quedarme y nunca se me pidió que jugase gratis", aclaró Messi, recordando que "se me pidió que me rebajara el sueldo un cincuenta por ciento, lo hice sin problemas.... Y estábamos en disposición de ayudar más al club porque nuestras ganas era quedarnos".
"Están fuera de lugar las palabras de Laporta y me dolieron porque no tenía necesidad de decir eso... Es como sacarte la pelota de encima y no asumir las consecuencias ni hacerse cargo de las cosas. Esto hace pensar a la gente o genera un tipo de dudas que creo que no merezco", incidió el argentino, quien dos meses después está totalmente adaptado, y centrado, a su nuevo equipo.
"Encuentras a faltar muchas cosas de Barcelona, en realidad todo", reconoció el astro, recordando que ya llevaba "mucho tiempo en un mismo lugar, con la misma rutina del día a día, de llegar a un vestuario que conoces de memoria, el centro de entrenamiento, la ciudad, la manera de vivir... Y llegar a París lo cambió todo, absolutamente. Yo amaba la vida que llevaba en Barcelona, el club y todo. No quiere decir que no esté bien en París porque sí lo estamos toda la familia, pero obviamente extrañas el pasado", admitió Messi, solventando de manera evidente el dolor que mantiene por su marcha y más recordando lo sucedido un año antes.
En agosto de 2020 fue él quien quiso irse del Barcelona y acabó quedándose en un primer capítulo doloroso a todos los niveles. "Lo fue cuando ya habíamos dicho que me iba con el tema del burofax. Los niños, la familia, lo habían acabado por entender después de que habíamos tenido una charla... Pero este año fue todo de repente, inesperado", reveló.
"Ya les había dicho que nos quedábamos en Barcelona, que seguiríamos en casa y se lo habían dicho ellos a sus amigos. Y después, de repente, te tienes que ir y en una semana ya estás en otra ciudad. Fue difícil para todos".
"Cuando decidí venir al PSG fue porque tiene una gran plantilla y el deseo de seguir creciendo como club, de ganar la Champions", reveló, incidiendo en que es su mayor anhelo: "Es mi gran objetivo. Vine al PSG para ganar la Champions y somos uno de los candidatos, aunque no el único. Todo el mundo habla del PSG pero hay un montón de equipos con poderío para hacerlo... Y no siempre gana el mejor".
"Dije en mi despedida del Barcelona que hasta el último momento que esté jugando intentaré seguir ganando cosas y por eso vine al PSG", reincidió, revelando que el ambiente del vestuario de su nuevo equipo "es espectacular y me hizo las cosas más fáciles", descubriendo que aunque con Neymar ya se conocía bien y mantenía relación, con Mbappé "al comienzo fue raro, porque no sabíamos si se quedaría o se iría del club... Ahora, por suerte, ya nos vamos conociendo y nos llevamos espectacular".