El argentino Mauricio Pochettino será el nuevo entrenador de Chelsea para las próximas dos temporadas y con una más opcional, según anunció este lunes el club inglés de la Premier.
Pochettino, que fue entrenador en Southampton y Tottenham Hotspur en la Premier League, sucederá a Frank Lampard, técnico interino hasta final de temporada, y a Graham Pottter, el último entrenador permanente de los 'Blues', que fue despedido en marzo por los malos resultados.
El argentino, que no trabaja desde que se marchó del Paris Saint Germain en 2022, recoge a un Chelsea en pleno proceso de reconstrucción, sin opciones de jugar competición europea la temporada que viene, tras un curso en blanco, y con más 600 millones gastados en las dos últimas ventanas de fichajes.
Una mirada rápida sobre sus trabajos permite reconocer el sello que el entrenador imprime a sus equipos: son ofensivos, mezclan el juego posicional con rápidas transiciones ofensivas -atacando los espacios para generar espacios y opciones de pase- (abajo), pero sin perder equilibrio. Se trata, además, de conjuntos con la capacidad de organizarse en distintas estructuras. Siempre en función de lo que demanda el juego, tanto en fase ofensiva como defensiva.
Un rasgo característico de Southampton y Tottenham bajo su mando, era la salida jugando desde abajo y la fuerte influencia de sus laterales en el juego de ataque.
Una de las grandes incertidumbres respecto al conjunto de Stamford Bridge será qué refuerzos podrá hacer este verano, para mantenerse dentro de los límites del 'fair play' financiero, tras el desembolso de 330 millones del pasado mercado invernal y los 300 millones del pasado verano.
Pochettino tiene una amplia experiencia ya en la Premier League, donde dirigió a un Southampton prácticamente recién ascendido y lo llevó hasta el octavo puesto y la Liga Europa. Tras año y medio con los 'Saint', Pochettino se marchó al Tottenham y llevó a los 'Spurs' a pelear por el título de la Premier, con un subcampeonato, y a la inolvidable temporada 2018-2019, en la que el Tottenham disputó su primera final de la Liga de Campeones, que perdieron contra el Liverpool por 2-0 en el Wanda Metropolitano.
El argentino se marchó del Tottenham meses después de esa final, tras un mal arranque de temporada, y fue contratado en enero de 2021 por el PSG, en sustitución de Thomas Tuchel. Sin embargo, tras año y medio con los parisinos y un título de Ligue 1, uno de Copa francesa y unas semifinales de la Champions en 2021, perdidas contra el Manchester City, Pochettino salió del PSG y se ha mantenido al margen de la dirección hasta ahora.
Mauricio Pochettino dejó el Tottenham después de convertirse en el entrenador de los Spurs más popular y respetado de la era moderna. Bajo su mandato, el club de Londres llegó a instalarse entre los grandes equipos de la Premier League y disputar la primera final de Champions League de su historia. Un trabajo al que acompañó, como ya hiciera en el Espanyol o Southampton -sus anteriores equipos- con el desarrollo del talento de jóvenes promesas como Harry Kane, Eric Dier o Dele Alli, entre otros.
Tras ser relacionado con una posible vuelta al Tottenham, que no tiene entrenador permanente tras el despido de Antonio Conte, Pochettino vuelve a Londres, pero al oeste de la ciudad, donde tratará de devolver la gloria a un Chelsea que va a la deriva desde que el nuevo dueño, el multimillonario Todd Boehly, sustituto de Roman Abramovich, decidió despedir a Tuchel a principios de esta temporada.
La salida del alemán, artífice de la segunda Champions del club en 2021, no fue solucionada por el fichaje de Potter, al que se sacó del Brighton & Hove Albion pagando la cláusula de rescisión de 21 millones de libras (24 millones de euros) y con un contrato de varios años de duración.
Su terrible posición en Premier, con la Champions a mucha distancia, más las eliminaciones en las dos copas domésticas, ambas a manos del Manchester City, desencadenó su despido y la contratación hasta final de curso de Frank Lampard, que lejos de corregir el rumbo de los ingleses encadenó seis derrotas seguidas en sus seis primeros partidos y terminó con el equipo en duodécima posición de la tabla.