En un partido chato pero que guardó grandes emociones para el final, Arsenal venció al Manchester City por penales después de haber igualado en uno en los 90' y empezó con el pie derecho la temporada 2023/24, al quedarse con el la Community Shield, torneo que enfrenta al campeón de la Premier League y al campeón de la FA Cup.
El encuentro parecía destinado indeclinablemente para los Citizens, que lo ganaban por la mínima hasta la última jugada del encuentro, pero fue Trossard quien recibió en la segunda jugada de un córner rechazado, remató al arco y aprovechó un desvío en Akanji para desatar la locura en Wembley y darle una vida más a su equipo, que se había visto superado en el complemento y parecía no tener reacción.
Y esa chance fue aprovechada desde los tiros del punto del penal, en el que el Arsenal se impuso sin objeciones por 4-1, aprovechando las fallas de Kevin De Bruyne y Rodri.
Lo cierto es que la final estuvo para cualquiera de los dos. Desde el juego, los Gunners fueron superiores en la primera mitad, contando con las chances más claras, pero el arquero Stefan Ortega, habitualmente suplente de Ederson, se lució y rescató al City.
Lo hizo en dos ocasiones muy claras; la primera, a los 25', cuando Kai Havertz apareció en el área chica y definió de puntín, exigiéndolo. Y a los 39', cuando un desborde de Saka volvió a encontrar a Havertz en el mismo lugar, que con una media vuelta y un remate a quemarropa buscó el gol, pero otra vez Ortega frustró sus intenciones.
Ya en el complemento, todo parecía dado para ir directamente al alargue, pero fue Guardiola quien decidió realizar variantes para cambiar el encuentro. En primer lugar, sacó a Erling Haaland, que no entró mucho en juego, y dejó a Julián Álvarez en su lugar, originalmente alineado por detrás del noruego para acompañarlo, aunque sin éxito. Además, dio en la tecla con los ingresos de Phil Foden y de Cole Palmer, dos variantes con las que el City comenzó a tener algo de sorpresa y a lastimar al Arsenal.
Y así llegó el gol: a los 77', una buena salida desde el arco con una genialidad de Foden para romper la línea de presión y una conducción que, con algo de fortuna y corrección de Kevin De Bruyne, le permitió abrir para Palmer, que sacó un zurdazo desde afuera del área lejos del alcance de Ramsdale.
Parecía gol y partido, pero el destino le daría una bala más a unos Gunners con algo de fortuna y luego jerarquía para imponerse desde los doce pasos.
Con este resultado, Arteta consiguió su tercer título al frente del Arsenal; ya se había quedado con la FA Cup en 2019 y con la propia Community Shield en 2020.