Alejandro Garnacho, futbolista argentino de Manchester United, podría ser sancionado en Inglaterra por parte de la FA (Football Association), organismo que por una situación similar sancionó a Edinson Cavani en el 2020.
Garnacho publicó dos emojis de gorila en una publicación en X (antes Twitter) junto a una foto de sus compañeros abrazando al golero camerunés André Onana, quien este martes tapó un penal en la hora en el triunfo por 1-0 de Manchester United sobre Copenhague en Old Trafford por la tercera fecha del Grupo A de la UEFA Champions League.
El argentino borró rápidamente su posteo ante las críticas recibidas que no consideraron la intención de la publicación. Desde la FA se estudia una posible sanción.
El arquero Onana respaldó a Garnacho y expresó: "La gente no puede elegir por qué debería ofenderme. Yo sé exactamente lo que Garnacho quiso decir: potencia y fuerza. Esto no debería seguir".
Lo que Cavani vivió en el 2020
El uruguayo Cavani, hoy jugador de Boca Juniors, vivió una situación parecida en el 2020 cuando también era jugador de Manchester United.
El 29 de noviembre del 2020, Cavani escribió en su Instagram ‘Gracias, negrito’ para saludar a un amigo, publicación que determinó que el 31 de diciembre el panel de la Federación Inglesa de Fútbol, conformada por tres jueces, decidiera suspender al uruguayo por tres partidos (además de multarlo con 100.000 libras esterlinas y obligarlo a asistir a clases sobre racismo).
El 7 de enero se publicaron las conclusiones de este panel. En el informe se afirmó que el uruguayo no tuvo intención de ser racista ni de ofender, pero se explicó que esta situación no lo eximió de recibir una pena según establece el reglamento.
El documento señaló que el delantero realizó una respuesta pública (‘Gracias negrito’) en su cuenta de Instagram donde tenía casi ocho millones de seguidores (hoy tiene más de diez). Pablo Fernández, el amigo de Cavani en cuestión, llegó a declarar al panel que su apodo de toda la vida fue ‘Negrito’ y que no se sintió ofendido en absoluto por el mensaje de Cavani.
La comisión dejó en claro que entiende totalmente que ‘el jugador escribió su respuesta en agradecimiento cariñoso a un mensaje de su amigo uruguayo y que no fue diseñado ni pretendía ser racista u ofensivo ni para su amigo ni para otras personas que lean el contenido de la publicación de Instagram’.
Incluso subrayó que cuando Cavani se dio cuenta de que su comentario podría ser interpretado como ofensivo en Inglaterra, lo eliminó y posteriormente hizo una disculpa pública en su cuenta de Instagram.
De todas maneras, el documento también indicó que el profesor David Wood, experto en estudios latinoamericanos, expresó que los hablantes ingleses que no estuvieran familiarizados con la cultura sudamericana probablemente se ofendieron con las palabras utilizadas por el delantero de Manchester United, por lo que la FA planteó que un seguidor de la Premier League que leyera la respuesta de Cavani ‘habría concluido comprensiblemente que las palabras utilizadas eran racialmente ofensivas’ y que infringen la regla E3 de la FA.
La regla E3 establece en uno de sus puntos que un jugador perteneciente al fútbol inglés deberá actuar siempre para el mejor beneficio del juego sin tener ninguna conducta inapropiada, como puede ser hacer alguna referencia, explícita o implícitamente, al origen étnico, color, nacionalidad, religión, género, orientación sexual o discapacidad, lo que se consideraría una ‘infracción grave’.
La comisión debió sancionar al futbolista por cometer una infracción a esta regla, pero dejando claro en reiteradas oportunidades que comprendió que no hubo ninguna intención ofensiva o racista de Cavani. En el informe se detalló que el reglamento establece una sanción de entre seis y doce partidos, aunque marcando una excepción si se constatase la ausencia de mala intención, en cuyo caso el mínimo pasa a ser tres encuentros; y se remarcó que siempre habrá sanción dado que se intenta abordar y tratar de erradicar cualquier forma de discriminación.
El documento manifestó que la comisión, habiendo comprendido las circunstancias, tuvo un accionar que trató de evitar un resultado injusto para con el futbolista por lo que transitó los caminos para aplicar la mínima sanción posible, pena que significó los tres encuentros de suspensión, la multa de 100.000 libras esterlinas y la obligación de asistir a clases sobre racismo.