Jugar con 11 tiene demasiadas ventajas, pero competir en equipo en toda una institución debe ser un placer
MÉXICO -- Por muchos es reconocido Marcelo Bielsa (sí, otra vez inspirándome) como un entrenador fuera de lo común. Un entrenador que tiene más semejanza a un docente que a un director técnico. La forma en la que aborda el “problema”, anteponiendo el camino por delante de la meta es una receta que parece antigua y romántica, pero que para satisfacción de los amantes del juego, a él le ha dado resultado. Bielsa es un entrenador de la vieja escuela, porque si es que existe la “nueva/moderna escuela” esa se preocupa más por las tácticas, sistemas, datos y estadísticas, olvidando lo esencial para cuando se trabaja en equipo: más allá de la idea, lo importante es que todos trabajemos juntos.
Después de haber visto a consciencia los cuatro partidos de liga más uno de copa que ha jugado el Leeds este torneo recién ascendidos, la serie completa del mismo equipo llamada “take us home” y leer un par de entrevistas a Víctor Orta (Director Deportivo del Leeds United) es que llego a la conclusión con la cual finalizo el párrafo anterior. La idea hay que mantenerla simple, el objetivo alcanzable, los valores claros, pero sobre, lo más importantes, es que TODO el que este involucrado trabaje en equipo. La única forma en que un equipo de trabajo, sea el entorno que sea, con recursos limitados, pueda alcanzar los objetivos compitiendo contra instituciones más potentes es trabajando juntos.
Comenzaré por el modelo del Leeds, a qué juega el equipo, cuáles son sus principios. Si te digo que son intensos, que tienen un desgaste físico importante, que realizan presión alta y juego directo sería describirte un 15 por ciento de lo que hace Leeds en el terreno de juego. En la Premier League, y en la mayoría de ligas profesionales del mundo, dominar los conceptos que enlisté, es lo mínimo indispensable para poder competir. Si quieres realmente tener aspiraciones importantes es preciso tener un diferenciador, un valor agregado con el cual te identifiques y que todos los integrantes lo asuman como su ADN. A diferencia de muchos otros equipos de futbol, para los que juega en Elland Road, su diferenciador es que defienden con 11 y atacan con 11 durante todo el partido.
“Que tontería, todos los equipos juegan con 11 porque así lo marca el reglamento” seguramente piense el lector, pero asumir que por tener al equipo completo en la cancha todos estarán actuando al mismo tiempo, bajo la misma idea y durante todo el partido es una utopía, y el equipo de Bielsa lo hace. Cuando defienden (“cuando no tienen el balón” para los que aseguran no existen fases de juego) los 11 jugadores están cumpliendo una función, respetando sus roles y características, pero todos “jalando parejo”. En el momento que recuperan el balón, incluso unos segundos antes cuando los lejanos leen que sus compañeros se harán del balón, el equipo íntegro se dispone a atacar. A veces es necesario ir directo a la portería rival, otras hacer 15 pases, alguna ocasión se requiere cambiar el punto de ataque, eso da igual, lo primordial es que el conjunto entero tiene la misma idea, todos jalan parejo.
Jugar con 11, esa es mi definición de táctica y estrategia. Atrás, adelante, en medio, con pases cortos, largos, da igual lo que se elija hacer (obviamente apuntaremos a acertar en el plan de partido) siempre y cuando se trabaje en equipo, todos bajo la misma idea durante el mayor tiempo posible. Créanme que es un desafío, pero dentro de un club de futbol, una institución que se dedica al fútbol profesional, lo que pasa en el terreno de juego es solamente un reflejo de lo que sucede fuera de éste. “La pelota no entra por azar” como Ferrán Soriano titula a su excelente obra, trabajar en equipo fuera de la cancha es el gran reto.
Leeds United nos recuerda el poder de sumar desde lo individual en el objetivo grupal. La afición cuenta con una identidad bastante arraigada, Andrea Radiazzani (dueño) tenía una idea, Angus Kinnear (Director General) y Víctor Orta (DD) hicieron el plan y Marcelo Bielsa entendió como aterrizarlo. Nada es casualidad, la suma de esfuerzos siempre bajo el mismo principio e idénticos valores. Jugar con 11 tiene demasiadas ventajas, pero competir en equipo (toda la institución) debe de ser un placer.