Luego de los incidentes en el hotel de concentración de Chivas la noche previa, el operativo de seguridad en el Azteca detuvo revendedores y aficionados previo al inicio
El partido entre Cruz Azul y Guadalajara que se celebró en el Estadio Azteca vivió la detención de seis revendedores en las inmediaciones del inmueble.
A pesar de la crisis que vive Chivas y los elevados costos, los revendedores buscaron hacer negocio de los aficionados. Sin embargo, el operativo de seguridad provocó que media docena de personas fueran detenidas por reventa de boletos.
Otra media docena de personas también fue detenida, pero por diferentes motivos a los de propiciar la venta ilegal de boletos, por lo que recibieron su sanción dentro del mismo Coloso de Santa Úrsula.
Para el cotejo de esta noche la reventa puso boletos a la venta en un menor precio al de taquilla. Los boletos para zona general estuvo en 450 pesos, mientras que en taquilla estaba en 550.
Las taquillas del inmueble también lucieron semi vacías y a diferencia de otras ocasiones ni se presentaron filas largas para obtener entradas al cotejo.
La seguridad aumentó de cara a este encuentro debido a los incidentes que seguidores de Chivas provocaron en el hotel de conecetración del equipo la noche anterior, por lo que se implementó un operativo especial para salvaguardar el orden desde la salida del hotel y hasta la llegada al Estadio Azteca, en donde no se permitió la entrada a grupos de animación.
El duelo de la fecha 14 entre la Máquina y el Rebaño es clave también en cuestión deportiva, ya que es el primer partido tras la destitución de Marcelo Michel Leaño y el Rebaño, dirigido de manera interina por Ricardo Cadena aún mantiene esperanzas de alcanzar un boleto a repechaje, mientras que el equipo cementero, luego de quedar fuera de la Liga de Campeones de la Concacaf, buscará la mayor cantidad de puntos posibles para clasificar entre los primeros cuatro y tener un boleto a la Liguilla del Clausura 2022.