LEÓN -- El León empezó el año 2017 y el torneo Clausura con problemas deportivos y extra deportivos. La detención de Carlos ‘Gullit’ Peña por conducir en estado de ebriedad se suma a las lesiones, expulsiones, goleada y negociaciones complicadas por el último refuerzo.
Las primeras noticias desafortunadas para el club esmeralda fueron que Germán Cano y Alex Mejía presentaron lesiones de gravedad y quedaron descartados para las primeras fechas del torneo. Además de que Andrés ‘Rifle’ Andrade no pudo jugar la jornada 1 por suspensión.
Durante la pretemporada se lesionó Hernán Darío Burbano (aún no se recupera) y Elías Hernández, quien está con tratamientos conservadores, pero aún en riesgo de ser operado.
Conociendo la gravedad de los lesionados, el entrenador Javier Torrente pidió un refuerzo para la delantera. Ahí surgió otro problema, pues el equipo no cuenta con mucho recurso y se agotó ya las primeras cinco opciones de refuerzo. El torneo está ya en la segunda fecha y no han tenido mucho avance en la adquisición del jugador que falta.
Todas esas bajas obligaron al equipo de Guanajuato a armar la convocatoria para la primera jornada con elementos juveniles, lo que habría propiciado una goleada de 4-2 en contra.
Para la segunda jornada, el León recuperó al ‘Rifle’ Andrade y parecía que ya tendrían un momento tranquilidad, sin embargo se hizo viral una imagen donde Diego Novaretti escupió a Hirving Lozano, durante el juego de la Jornada 1 y se desató otro problema que derivó en seis juegos de suspensión y una multa de 34 mil pesos al jugador.
Además, mientras se resolvía el tema de Novaretti con la Comisión Disciplinaria, el Club recibió la noticia de que su mediocampista Alex Mejía no respondió con éxito a los tratamientos conservadores por un esguince y tuvo que ser operado.
Ya con la notificación de la sanción a Novaretti, el León cerraba filas para concentrarse en el juego contra Necaxa, sin embargo, la noche previa al último entrenamiento de cara al duelo contra los Rayos, el club recibió otra mala noticia: “Carlos Peña chocó en estado de ebriedad, no hubo lesionados, pero él fue detenido”.
En medio de todos esos problemas, la directiva también ha estado batallando por amarrar el último refuerzo, que pidió el entrenador Javier Torrente. En lo deportivo, el León tiene que enfrentar este fin de semana al Necaxa con cinco bajas.