En su cumpleaños número 50, el entrenador de Monterrey, Antonio Mohamed recuerda sus mejores anécdotas en el futbol mexicano, que tuvo en la Liga BBVA MX como jugador de Toros Neza y de Rayados y que aún disfruta contar.
El 'Turco' siempre fue una persona carismática que le brindó mucho colorido al futbol mexicano por su vestimenta, por el toque de humor que le imprime a sus charlas, algo que combinó muy bien con su calidad de jugador y que le valió el reconocimiento de los aficionados aunque no le fueran al equipo en que jugaba.
"Invitó" con su tarjeta la comida de casi 30 personas
A Antonio Mohamed le tocó vivir la etapa difícil de Monterrey a finales de los años 90, cuando el entonces dueño del club, Jorge Lankenau, tuvo problemas políticos y económicos que lo llevaron a la cárcel.
“En 1998 jugábamos la Prelibertadores y el equipo fue intervenido por Hacienda; el representante de una empresa nos llevaba, porque el club no podía generar dinero. Nos fuimos a Venezuela, jugamos en la noche y al otro día el vuelo saldría a las 4, 5 de la tarde. Nos sacaron del hotel a las 11 de la mañana y nos llevaron al aeropuerto a la 1 de la tarde. Ahí tuvimos que estar varias horas esperando y no había dinero para comida”.
“Fuimos a un buffet. Yo junté siete, ocho jugadores algunos más jóvenes y algunos más grandes y pagué con mi tarjeta esas comidas.
Uno se levantaba de la mesa e iba al buffet, se servía y comía y luego se iba al baño y ahí lo esperaba otro compañero que se ponía la misma ropa y la cachucha para luego irse a sentar para ir al buffet y comer; así hicimos varias vueltas (risas). Quizá se daban cuenta los meseros, pero les dábamos una propina y comimos como 30”, relató.
Su primera noche en México
Antonio Mohamed arribó a México para jugar en Toros Neza durante 1993.
“Rentaron una camioneta para ir por mí al aeropuerto. Recuerdo mucho el Viaducto y el tráfico que había. Me llevaron a un hotel por Revolución, un hotel que estaba al lado de un motel y se escuchaba de todo (risas) y se veían cosas y dije '¡uy!', yo estaba con mi papá. La televisión solo tenía dos canales y no precisamente de noticias. Se escuchaban ruidos (risas). Fue todo muy gracioso y al día siguiente mi papá pidió que me cambiaran de hotel. Esa fue mi primera noche en México”.
A su vez, recordó que un argentino de nombre Carlos García, quien era vicepresidente de Toros Neza, lo fue a buscar a su país para que jugara en el equipo mexiquense.
"Yo no sabía a donde venía, pero creí que me iba a encontrar el futbol que me gustaba. Me trataba muy bien la directiva en todo. Juan Antonio Hernández (el dueño del club) era duro para negociar contratos, pero lo que te prometía te lo daba. Siempre fue muy leal. Lo vi la última vez en 2004, cuando estuve en Querétaro. Me trajo a México y me dio la oportunidad de conocer este hermoso país”, apuntó.
Toros Neza premiaba con Centenarios
“Juan Antonio Hernández iba al vestuario y traía la bolsa de monedas, las dejaba ahí y Guillermo Vázquez y yo la guardábamos. Si perdíamos, venía un secretario de presidente y se las llevaba; si ganábamos, rápido nos las repartíamos. Una vez dijimos: vamos a cambiarle esas monedas por chocolates (risas). Traía de 50 o 100 monedas; cada moneda pesaba 37 gramos de oro; hoy deben costar 35, 40 mil pesos”.
Cuenta el ‘Turco’ que todavía tiene alguna guardada por ahí, porque gastó muchas para comprarse una casa en Monterrey.
“En 2000 nació mi tercer hijo y yo tenía como 30, 40 monedas; las tuve vender para pagar” (risas), concluyó.