Dos derrotas en los últimos días parece que eclipsan el gran trabajo que ha hecho Santiago Solari con el América en el último semestre
El liderato del América de los 34 puntos con 10 victorias, 4 empates y ahora 2 derrotas, parece que ha sido “eclipsado” por las dolorosas caídas en la final de la Concachampions ante Monterrey y frente a Cruz Azul en el Clásico Joven del pasado domingo.
En un torneo particularmente a la baja en cuanto a calidad y espectáculo se refiere, a este equipo le ha bastado “golear” 1-0 o 2-1 para robarse los reflectores del Apertura 2021 de la Liga MX.
Es una realidad que las Águilas no divierten, pero son eficientes en la cancha. Podrá no gustar visualmente, pero al final gana y eso es lo que su afición demanda y exige.
Santiago Solari bien podría parafrasear a Manuel Lapuente, que hace ya muchos años, comentó a la prensa que: “Si quieren espectáculo, vayan al circo”, que se encontraba enfrente de las instalaciones de Coapa.
En lo numérico poco se le puede decir: 38 puntos el semestre pasado y en el actual torneo 34. Si por clasificación general se definiera al campeón, Solari ya habría alzado la copa.
Para su mala fortuna, en el balompié azteca rigen otras reglas y la Liguilla es casi que otro torneo. En mayo de este año un pésimo juego de ida en Pachuca lo condenó en 4tos de final.
Hace unos días en la final de la CONCACAF, se volvió a quedar corto a la hora de matar o morir. Deberá interiorizar a la voz de ya que la Liguilla es a 180 minutos, pero que cualquier error te deja contra las cuerdas y, que los lideratos en América, sin el trofeo, no trascienden en la memoria del americanismo.
Después del juego de este sábado contra Rayados, tendrá 3 semanas de inactividad por la Fecha FIFA y las eliminatorias de repechaje. Tiempo para corregir falencias y recuperar soldados caídos recientemente como Aquino y Sánchez en la contención.
Si bien los errores u horrores de Cáceres vs Monterrey y Valdez vs Cruz Azul fueron determinantes en el marcador, no se puede decir que se sucumbió por ellos.
América ha perdido, en las últimas semanas, solidez defensiva. Ochoa ha sido figura y héroe de Valdez, Aguilera y Cáceres, que en la central se ven inseguros, lentos y predecibles en la salida con balón desde el fondo.
A Fidalgo le falta ese socio en mediocampo con el cual pueda vincularse en faceta ofensiva, por su parte Córdova sigue sin dar el paso al frente y a día de hoy ese 10 en la espalda le está pesando.
Así como Cruz Azul, por su futbol y liderato, mereció ser campeón el campeonato anterior, América lo merece en el actual. Tal vez no da show, pero es pragmático y también se vale.
Desconexiones como el partido ante Toluca y la falta de protagonismo y soluciones en el último tercio del campo como ante Monterrey y Cruz Azul, son llamadas de atención para corregir y pulir a tiempo.
Veremos si estos dos dolorosos traspiés recolectan aprendizaje para mejorar y salir fortalecidos o si terminan siendo la punta de lanza de un “Eclipse Solar” en el que la Luna, disfrazada de eliminación, oculta a Solari y a su Club América de la gloria decembrina en nuestro bendito futbol mexicano.