La Asociación de Jugadoras de la NWSL dijo este lunes que concretó su primer convenio colectivo de trabajo. El CBA aún debe ser aprobado por la junta directiva de la liga femenil, pero se produce en la víspera de que las jugadoras se presenten a los campamentos de entrenamiento de sus equipos, el martes. El convenio se extiende hasta la temporada 2026.
Entre los acuerdos alcanzados se enlistan un salario mínimo de $35,000 dólares, que representa un aumento de casi el 60 por ciento, con aumentos anuales del 4 por ciento. Todas los jugadoras contarán también con ocho semanas de licencia parental pagada, contribuciones al fondo de jubilación, seguro de vida, salud y vivienda.
La NWSL está por arrancar su décima temporada como la mejor liga profesional femenina en Estados Unidos y con dos nuevos equipos, Angel City y San Diego Wave.
“Desde nuestros inicios, la asociación de jugadoras ha puesto a las jugadoras primero. Nuestra misión en este convenio histórico fue poner esta misma filosofía en el del futuro de la NWSL”, dijo la presidenta de la NWSLPA, Tory Huster, en un comunicado. “Con todo el cuidado y atención que le hemos dado a este proceso desde el otoño de 2020, estamos orgullosas de que las jugadoras puedan iniciar con confianza a la décima temporada en la NWSL en una mejor posición que nunca”.
El contrato también permite la agencia libre a partir de 2023 para jugadoras con un mínimo de seis años y se reduce a un mínimo de cinco años en 2024.
El acuerdo incluye también hasta seis meses de licencia remunerados por temas de salud mental, así como reglamentaciones para campos de juego seguros y personal médico. El sindicato dijo que hará público todo el acuerdo en las próximas semanas.
La directora general interina de la NWSL, Marla Messing, dijo que el acuerdo refleja el compromiso de la liga con sus jugadoras.
“Nuestros propietarios están comprometidos a proporcionar una inversión significativa y sin precedentes que se requiere para construir y mantener una liga profesional de futbol femenino que respalde adecuadamente a nuestras jugadoras, lo mismo como integrantes del futbol profesional que como individuos”, dijo Messing.
El acuerdo laboral llega tras un año turbulento. En septiembre pasado, dos ex jugadoras de la NWSL acusaron al veterano entrenador Paul Riley, entonces con el North Carolina Courage, de acoso y coerción sexual. Fue despedido y el comisionado de la NWSL renunció a raíz de las acusaciones.
En total, cinco entrenadores fueron despedidos o dimitidos en medio de informes de comportamiento inapropiado.
Los jugadoras sugirieron que, sin un convenio colectivo, era posible que no se presentaron con sus respectivos equipos a los campamentos de entrenamiento.