MIAMI (Enviado especial) -- Boca enfrentó a Benfica en el Hard Rock Stadium en su debut en el Mundial de Clubes y empató 2-2 en un partido que fue especial para Nicolás Otamendi.
El central campeón del mundo fue titular ante el Xeneize en Miami y no fue bien recibido por los hinchas de Boca, que le pasaron factura por su reconocida pasión por River Plate.
Ya desde el comienzo, con las formaciones pasándose por altoparlante, Otamendi sintió el rigor con silbidos que fueron multiplicándose con el correr de los minutos. La presentación estilo NBA no ayudó al campeón del mundo, que quedó más expuesto para recibir el 'cariño' de los Xeneizes.
Con el partido iniciado, Otamendi fue silbado en cada una de sus participaciones con pelota, lo que fue una recurrente hasta el final.
El gol de Boca, convertido por el uruguayo Merentiel, llegó tras una primereada a Otamendi, generando un clima de fiesta en la zona de hinchas de Boca. Cerca del final del primer tiempo, Otamendi fue protagonista: recibió la infracción de Palacios en el área y generó un penal que Ángel Di María cambió por gol.
El momento de revancha para Otamendi llegó pasados los 83 minutos. Desde un córner, ganó en el área de cabeza y anotó el 2-2, celebrado con locura frente al sector de hinchas de Boca, generando el enojo de Nicolás Figal.
Después del pitazo final, Otamendi tuvo un breve encontronazo con algunos jugadores de Boca, que quedaron con bronca por su actitud tras el gol.
Otamendi logró redimirse de su error en el 1-0 de Boca y terminó el partido con una sonrisa con sabor a venganza. Boca-Benfica, un partido que tuvo su duelo aparte.