Diego Alonso, entrenador de la Selección Uruguaya, habló con ESPN previo a los partidos decisivos de las Eliminatorias Sudamericanas y se refirió a lo que sintió cuando llegó por primera vez al estadio Centenario como DT uruguayo, así como a las formas de comunicación con el plantel.
El “Tornado” respondió sobre las imágenes que le quedaron grabadas en el partido contra Venezuela, primero suyo en el Centenario en este cargo, y dijo que habían sido muchas, pero que la más fuerte había sido recordar a su padre. “Cuando salí a la cancha, me acordé de mi viejo. Seguramente estaría orgulloso de haberme visto en ese lugar. Compartimos el fútbol como pasión, me acompañó mucho en la carrera como jugador y como entrenador, y le hubiera encantado poder estar ahí. Esa es la sensación más grande que tengo en cuanto a lo que se generó después”, explicó.
Alonso se definió como muy pasional y emocional, y planteó que los entrenadores viven de la sensación y de la energía que transmiten. En ese sentido, consultado por cómo planificó su primera charla con el plantel uruguayo completo, dijo que no quiso llevar nada escrito, pero que sí pensó en las cosas que quería transmitirles a los futbolistas. “Trato de hablar de forma natural, no me preparo de esa manera. Pienso lo que quiero decir y transmitir, por dónde quiero iniciar, qué puntos quiero tocar, pero después me sale de forma natural. Si uno se expresa de forma natural, el jugador lo entiende mucho más sencillo, el mensaje es más franco. Cuando uno transmite y habla desde el corazón -somos transmisor de energía permanente-, cuando transmitís tu energía y contás cómo lo estás viviendo, el otro también lo percibe. Si es armado, el otro se da cuenta”, señaló el DT.
El entrenador de la Celeste apuntó que, para él, ser el DT de su país es el orgullo y la satisfacción máxima: “no hay mayor distinción que ser el entrenador de tu país”, indicó. Y esto seguramente sea compartido, pero a nivel de calzarse la camiseta, por los jugadores. Alonso dijo que “si hay algo que destacar de este grupo de futbolistas y del proceso anterior es la identificación que tienen los jugadores con la Selección; eso es digno de destacar del proceso anterior y de los futbolistas también, lo que sienten, lo que transmiten, la imagen que dan, el compromiso que tienen por su Selección”.
Señaló que, partiendo de esa unión entre el jugador y la camiseta, es mucho más sencillo lo que viene después en cuanto a la comunicación que debe tener el entrenador con cada uno. Dijo que para cualquier DT es “oro” encontrar la disposición y humildad que halló en cada uno de los seleccionados. A su vez, dijo que hay algo que es común a todos, más allá de si juegan en el Barcelona, el Real Madrid, en el fútbol italiano o en donde sea: “todos defienden este escudo y quieren exactamente lo mismo, que Uruguay gane y le vaya bien; entonces, es muy sencillo de transmitir”, planteó.
Alonso no está seguro si se trata de rescatar el espíritu amateur de los jugadores y traer ese sentimiento más prístino a la hora de trabajar la mentalidad, sino de ser claro a la hora de comunicar. “Es simplemente decir lo que uno quiere sobre cómo quiere que pasen las cosas, o de qué manera queremos jugar, qué siente uno del futbolista uruguayo y de la Selección Uruguaya. Me siento en una posición donde tengo que darles herramientas a los jugadores, darles posibilidades para que ellos se puedan desempeñar y tratar de ponerlos en un contexto y un escenario donde se puedan sentir lo más confortable posible para poder desempeñar su tarea lo mejor que puedan y que sus características puedan explotar lo mejor posible”, explicó.
El “Tornado” también reconoció que ese amor por la camiseta fue, en buena medida, lo que movilizó al preparador físico del Atlético Madrid, el profesor Óscar Ortega, a sumarse al proyecto. “Creo que lo que más lo conmovió fue eso, que Uruguay estuviera en una situación compleja y que recurriéramos a él para que nos pudiera ayudar”, dijo Alonso. El DT agregó que para él “es un orgullo que un preparador físico de su nivel”, a quien ve como el mejor del mundo en lo suyo, lo eligiera para trabajar con él. “Eso me enorgullece y me llena de prestigio, pero sin duda que el motor para él es el escudo, la Selección, que Uruguay lo llame en un momento como este sin duda le movió el piso”, comentó.