A falta de un día para que se lleve adelante el sorteo del Mundial, las historias que circulan alrededor de este evento no paran de contarse. Una de ellas ocurrió en diciembre de 1997, en la previa a la lotería que definiría la suerte de los equipos en Francia 1998. Un partidazo de 32 estrellas, con presencia de grandes jugadores, que derivó en una sociedad impensada que brindó un espectáculo inolvidable: Batistuta-Ronaldo.
Diciembre de 1997 fue el contexto para un encuentro particular. Por primera vez se disputaba un encuentro como previa al sorteo de un Mundial. Este cotejo reunía a 32 estrellas de las diferentes Selecciónes que iban a participar en la cita mundialista, una por cada país. Los equipos se dividieron en Europa vs. Resto del Mundo.
El equipo europeo fue capitaneado por el mismísimo Zinedine Zidane, quien levantará la Copa del Mundo una vez finalizado el campeonato. Del otro lado, el portador de la cinta fue el Fenómeno Ronaldo, quien justamente sería rival del astro francés en aquel partido decisivo.
El juez pitó, Ronaldo y Batistuta tocaron el círculo central, el balón comenzó a rodar y las 38.000 personas presentes en el Stade Vélodrome de Marsella no pudieron hacer más que disfrutar. Al minuto de juego, Marius Lacatus aprovechó un error de la defensa de Resto del Mundo y, con un derechazo cruzado, marcó la primera anotación de los europeos.
La igualdad del encuentro iba a estar en los pies de un colombiano a los 16 minutos. El fenómeno Ronaldo dio inicio a su show y repartió una gran asistencia para Antony de Ávila, quien definió al palo derecho del arquero con un toque suave.
A los 21, el brasileño fue letal en el uno contra uno y, con bicicleta de por medio, ejecutó un remate seco a la zona baja izquierda de la portería para dar vuelta el encuentro.
9 minutos más tarde, la conexión Fenómeno-Batistuta daría réditos: el crack brasileño asistió para que el argentino remate desde afuera del área dejando sin chances a Andreas Köpke.
Corrían 36 minutos de encuentro y Bati, junto a Ronaldo, dejarían en claro que eran una dupla de ataque letal. Tocaron en las afueras del área de los europeos, el brasileño levantó la pelota en dirección al argentino, que picó al vacío, y fusiló a Köpke con una de sus clásicas definiciones al primer palo.
Ya en el final de la primera etapa, el argentino fue quien asistió al Fenómeno con un pelotazo largo. Ronaldo dio muestras de su gran potencia, se adelantó a la salida del arquero y con un toque de cabeza lo dejó fuera de juego para definir con el arco vacío.
Durante el complemento, Europa iba a llegar al descuento de la mano de su capitán. Zidane demostró toda su categoría dentro del área, eludió al camerunés Jacques Songo'o y marcó el 5-2, que iba a ser definitivo.
Finalmente el partido iba a ser para Resto del Mundo, que con una soberbia clase de sus atacantes, Batistuta y Ronaldo, apabullaron a un elenco europeo que poco pudo hacer, a pesar de tener a Zidane de su lado.
Formaciones
Europa: Andreas Köpke; Alessandro Costacurta, Fernando Hierro, Heimo Pfeifenberger, Dominique Lemoine; Krassimir Balakov, Paul Ince, Zinedine Zidane, Patrick Kluivert; Alen Boksic, Marius Lacatus.
Resto del Mundo: Jacques Songo'o; Hong Myung-bo, Javier Margas, Noureddine Naybet, David Nyathi; Marcelino Bernal, Hidetoshi Nakata, Adel Sellimi, Gabriel Batistuta; Ronaldo, Antony de Ávila.