Nuevamente el fútbol de Países Bajos le abre las puertas de Europa a un jugador peruano y, en este caso, apunta a ser el trampolín de un Marcos López que busca establecerse en el Viejo Continente.
Con su fichaje por el Feyenoord, el jugador de la Selección Peruana se convirtió en el undécimo jugador nacional en llegar a la Eredivisie, precisamente 18 años después del arribo de Jefferson Farfán al PSV Eindhoven.
La Foquita fue el primer futbolista peruano en llegar al fútbol de Países Bajos y es, indudablemente, el mejor representante nacional. Llegó con 19 años, supo ganarse rápidamente un puesto en un equipo altamente competitivo, y ser goleador y líder futbolístico de un club que fue tetracampeón nacional de la mano de su figura.
El 2008, el mismo año que Farfán partía rumbo al Schalke 04, el PSV apostó por otro peruano: Reimond Manco, que venía de se figura en la Sub-17 de Perú que logró su clasificación al Mundial de la categoría en el 2007 y que apuntaba a repetir el éxito de Jefferson en Países Bajos. Sin embargo, Rei no se adaptó y terminó volviendo al fútbol peruano de la mano del Juan Aurich en el 2010.
El siguiente en arribar a Países Bajos fue Renato Tapia, que mediante un convenio entre Esther Grande de Bentín y Twente pasó pruebas en dicho club hasta convencerlos de ficharlo. No tardó en adaptarse al fútbol neerlandés, primero en la Reserva del club y posteriormente generando un gran impacto cuando debutó en la Eredivisie. Lo fichó el Feyenoord, sin embargo, en el nuevo club de Marcos López no llegó a consolidarse. Pese a ello, sus grandes actuaciones en la Selección Peruana le abrieron las puertas del Celta de Vigo.
Beto da Silva apuntaba a repetir los éxitos de Farfán y Tapia, pero terminó pareciéndose más al caso de Manco. Llegó tras un espectacular cierre de temporada en Sporting Cristal y para arrancar desde el equipo filial del PSV. Jugó, anotó un par de goles, lo ascendieron al Primer Equipo, pero al año terminó volviendo a Sudamérica para fichar por el Gremio de Brasil.
Sergio Peña y Miguel Araujo llegaron casi de la mano al Emmen a mediados de 2019 y dejaron una grata imagen en el humilde club de Países Bajos. Al volante su paso le sirvió para fichar por el Malmo de Suecia mientras el defensor sigue y es uno de los capitanes de un equipo que volvió a la Eredivisie un año después de su descenso.
Jean Pierre Rhyner y Didier La Torre se sumaron después al Emmen, pero ni uno ni otro logró continuidad y se terminaron marchando al fútbol griego y belga, respectivamente.
En el presente mercado europeo, Fernando Pacheco y Gonzalo Sánchez fueron los últimos peruanos en sumarse al Emmen, pero en condición de promesas. El tiempo dirá si se parecerán más a Peña y Araujo que a Rhyner y La Torre.
El caso de Marcos López es distinto. El Feyenoord ha apostado fuerte por el exjugador del San Jose Earthquakes. Es más, viene a reemplazar a un futbolista de la talla de Tyrell Malacia, recientemente transferido al Manchester United. No existe una bola de cristal para determinar cómo le irá al zurdo en el conjunto rojiblanco, pero si en algo destaca López más allá de su talento futbolístico, es en su madurez y determinación, mayor aun cuando triunfar en la Eredivisie implica acercarse al gran objetivo que tiene trazado en Europa: jugar en la Premier League.