Uruguay se pegó una vuelta por los viejos vicios del pasado… Luego de la participación de la Celeste en el Mundial de Qatar, quedó la sensación de que se volvió a la “vieja normalidad”.
Se filtró la lista mundialista, generando enojo en familiares y amigos de jugadores que quedaron afuera; se permitió que funcionarios de clubes del exterior estuvieron metidos dentro de la delegación; un canciller tuvo que intervenir para liberar al preparador físico y la reacción final, poniendo más foco en los arbitrajes que en los errores propios, fueron parte de los vicios de Uruguay.
A esta altura pocos recuerdan que la primera opción para suplir a Oscar Tabárez en el cargo de entrenador era Marcelo Gallardo. Los dirigentes, a pesar de saber que era imposible moverlo de River Plate, jugaron las cartas. Perdieron. Ahí se activó el plan B y terminaron contratando a Diego Alonso.
Posteriormente, los neutrales de la AUF fueron por un preparador físico que tenía contrato con un club. Se entró en un ida y vuelta con el Atlético de Madrid para la liberación del profesor Oscar Ortega.
A pocas semanas del viaje de Uruguay al Mundial, trascendió que hasta un canciller intervino ante los dirigentes del club español para lograr la autorización del viaje del preparador físico.
Luego llega la elaboración de la lista de futbolistas para el Mundial. Allí surgió otro vicio: se filtró. La esposa de Damián Suárez criticó la ausencia del futbolista en Qatar.
En la nómina estaba incluido el defensa de Barcelona, Ronald Araújo, a pesar de que se encontraba en pleno proceso de recuperación de una operación. No entró ni un minuto. Se podrá argumentar que la idea era ponerlo en octavos de final y que antes de llevar un jugador 26, que sabían que no iba a jugar, era preferible que viajara Araújo y esperarlo. En ese puesto jugó Martín Cáceres, Guillermo Varela y estaba José Luis Rodríguez. Acá no se trata de hacer comparaciones, pero en 2010 dejaron afuera al Cebolla Rodríguez porque se perdía los dos primeros partidos por una sanción. Era un jugador vital en aquel entonces.
GENTE DE BARCELONA EN LA DELEGACIÓN
El viaje de Ronald Araújo habilitó otro vicio: el permitir que funcionarios de la sanidad de Barcelona integraran la delegación de Uruguay. Estuvieron todo el Mundial y convivieron con el grupo seleccionado. De ahí a una declaración para meter presión, fue un paso. Y fue el que dio el presidente Laporta cuando dijo que Araújo no iba a jugar en Qatar. Si le permitieron meter dos personas en la delegación, el hombre avanzó.
Pero el tema es el antecedente que se genera: ¿qué pasa si mañana el Tottenham dice que quiere que vayan dos fisioterapeutas con Rodrigo Bentancur y el Flamengo manda dos funcionarios para ver la evolución de Giorgian De Arrascaeta? Tenemos una delegación de 90 personas.
Esta es la Selección uruguaya. Es cierto que Barcelona paga el sueldo y hay relaciones que cuidar, pero antes que los intereses de los clubes está la Selección.
Una vez lograda la clasificación de Uruguay al Mundial, el técnico Diego Alonso expresó: “No quiero carteles, pero si me preguntan a qué voy a Qatar, voy a ganar el Mundial”.
En esa nota del 24 de mayo de 2022 con la agencia EFE, Diego Alonso declaró: “Yo quiero ser campeón del mundo. Ahora, que lo vayamos a ser, ya son dos cosas distintas. Si lo queremos de corazón y lo queremos de verdad, nos tenemos que preparar para que suceda. Me veo abrazándome con un montón de gente. Así me visualizo. Los grandes soñadores nunca cumplen su sueño, lo superan. Pero hay que prepararse para que pase”.
La gente se embaló. Se le vendió ese discurso y como en los dos primeros partidos no se hizo lo que se dijo, el DT quedó rehén de sus palabras.
El cierre del partido contra Ghana fue caliente. Algunos jugadores reaccionaron y pueden ser sancionados. Y, como no ocurría desde hace mucho tiempo a esta parte, Uruguay puso más foco en los arbitrajes que en los errores propios.
A escasas horas de la eliminación de Uruguay, el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, reveló su aspiración de renovar el contrato del técnico.
“Nosotros se lo dijimos a él antes del Mundial, que la aspiración es continuar, sí, sí, independientemente del resultado”, comentó en Radio Oriental.
Ni siquiera se analizó lo que sucedió: los cuatro partidos de las eliminatorias ante cuatro equipos eliminados, los amistosos y los partidos contra rivales de élite en el Mundial.
El domingo Alonso aclaró en Canal 12: “No podemos nosotros de ninguna manera, a dos horas de la eliminación, sentarnos y estar renovando su contrato. Estamos procesando el duelo todavía. Si lo trajimos es porque tenemos confianza en él. El mismo día que terminó (la participación de Uruguay) dije lo mismo que había dicho hace un año, si es por nosotros, Diego Alonso sigue después del Mundial”.
La eliminación Celeste es muy reciente. Todavía resta mucha tela por cortar, analizar, y escuchar o leer el informe del gerente deportivo, Jorge Giordano, al que nadie nombró en esta historia. Por lo pronto, llamaron la atención algunos vicios que rodearon a la Celeste y formaban parte del pasado.