La Argentina y Países Bajos tienen un rico historial en Mundiales. Con ventaja de los europeos sumando también amistosos, pero donde la Albiceleste se llevó sin dudas el que fue el partido más importante: nada menos que la final del Mundial de Argentina 1978.
En esa ocasión, el conjunto dirigido por César Luis Menotti se impuso a la Naranja por 3 a 1 en un partidazo, que luego de terminar 1 a 1 en el tiempo reglamentario se definió en el suplementario.
Mario Alberto Kempes fue la gran figura de esa final y de ese Mundial, terminando como goleador con seis goles. A los 38 minutos del primer tiempo puso el 1 a 0 parcial, pero a ocho minutos del final del partido Dick Nanninga marcó el 1 a 1 que le dio suspenso al resultado.
Cuando iban 105 minutos de juego, una vez más el Matador Kempes iba a poner en ventaja a los de Menotti para el 2 a 1, y luego, a los 115, Daniel Bertoni cerraría esa histórica final con el 3 a 1 definitivo.
Una victoria muy festejada en la Argentina, que organizaba por primera vez un Mundial y lograba su primera Copa del Mundo. En el medio, como punto oscuro de esa conquista, hay que recordar que se dio en medio de una de las dictaduras más sangrientas que vivió el país.
La primera ocasión en la que las dos selecciones se habían visto las caras en un Mundial fue cuatro años antes, en Alemania 1974, cuando se enfrentaron por la segunda fase de grupos.
Países bajos, la Naranja Mecánica que en ese torneo perdió la final ante Alemania pero que marcó un estilo de juego, no tuvo piedad ante la Argentina y la goleó 4 a 0, con dos tantos de Cruyff, otro de Rep y el restante de Krol.
La Argentina tenía un buen equipo, pero si algo faltaba para pelearles de igual a igual a las potencias europeas era disciplina y un proyecto de trabajo a largo plazo, algo que se comenzó a concretar cuatro años después.
Pasaron varios años hasta que volvieron a verse las caras tras la final de 1978. Fue en el Mundial de 1998, en Francia, cuando Países Bajos se tomó revancha al eliminar en cuartos de final al equipo que en ese momento dirigía Daniel Alberto Passarella.
Patrick Kluivert había anotado a los 12 minutos de juego la apertura del marcador; el Piojo López, cinco minutos después, anotó el 1 a 1. El partido era parejo y estaba abierto, aunque daba la sensación que se iba derecho al suplementario.
Pero todo se desmoronó para la Argentina en cuestión de minutos. Primero, el Burrito Ortega vio la roja por una acción infantil, tras meterle un cabezazo al arquero Edwin van der Saar ante la vista del árbitro. Enseguida, ya en el final del partido, Dennis Bergkamp bajó con maestría un pase al área, dejó en el camino a Ayala y definió bárbaro ante la salida de Carlos Roa para la eliminación de la Albiceleste.
En el Mundial de 2006 compartieron fase de grupos junto con Serbia y Montenegro y Costa de Marfil: por la última fecha, con los dos equipos ya clasificados, empataron sin goles: la Argentina terminó primera por diferencia de gol, ya que había goleado por 6 a 0 a Serbia en una gran actuación colectiva: en ese partido, Lio Messi hizo su primer gol en una Copa del Mundo.
El partido más reciente se dio en Brasil 2014, por las semifinales. Otro duro partido que terminó empatado en los 90 minutos, siguió empatado en el suplementario y se definió en los penales.
Chiquito Romero fue una de las figuras en esa definición desde los 12 pasos conteniendo dos penales: más allá del pasaje a la final (Argentina luego perdería 1 a 0 ante Alemania), el choque se recuerda por la ya mítica frase de Javier Mascherano al arquero argentino: "Hoy te convertís en héroe".
Un dato curioso: Argentina nunca le pudo ganar a Países Bajos en los 90 minutos: lo hizo en 1978 en el suplementario y en 2014, por penales, tras empatar sin goles.
Si se toman en cuenta partidos amistosos, los europeos sacan más ventaja en el historial: ganaron 4 a 1 en 1974, 1 a 0 en 2009, y empataron 1 a 1 en 1999 y 0 a 0 en 1979, donde la Argentina se impuso por penales en lo que fue la "revancha" del Mundial de 1978.