Con una sesión suave como suele ser habitual después de un partido, solo para los suplentes en el encuentro del viernes, volvió a la actividad la Selección Argentina que encontró el relax después de la tensión y la angustia del enfrentamiento de cuartos de final contra Países Bajos.
El combinado de Lionel Scaloni saltó al campo de la Universidad de Qatar para proseguir con la preparación ante el choque del martes frente a Croacia, con la final a la vista, pendiente de la evolución de Alejandro 'Papu' Gómez, Rodrigo de Paul y Ángel di María.
El centrocampista del Atlético Madrid, que sufrió molestias musculares en el muslo derecho en un entrenamiento días atrás, fue titular en el duelo contra el equipo neerlandés pero el seleccionador prefirió no cargarlo de minutos y lo retiró del campo en el minuto 67, sustituido por Leandro Paredes.
El habilidoso zurdo de Juventus, por su parte, también trabajó aparte pese a que reapareció en los últimos minutos de la prórroga tras haber padecido una molestia muscular en el cuádriceps derecho en el choque ante Polonia, lo que le impidió estar frente a Australia en los cuartos de final.
El futbolista del Sevilla, por su parte, está en la recta final de la recuperación del esguince de tobillo que padeció en el encuentro contra Australia, cuando fue sustituido al inicio de la segunda mitad.
La mayor parte de los titulares contra Países Bajos comenzaron con una sesión de bicicleta estática y el resto del plantel tuvo trabajo con balón. Leo Messi, el único junto al meta Emi Martínez y al defensa Nicolás Otamendi que ha disputado todos los minutos del torneo, se quedó en el gimnasio.
Solo un cuarto de hora fue abierta. Después, el plantel albiceleste se quedó en la intimidad para profundizar en el inicio de la preparación del choque del martes contra Croacia, el último obstáculo que le queda al conjunto de Lionel Scaloni para alcanzar la deseada final y en el que no podrán jugar por sanción los laterales del Sevilla Gonzalo Montiel y Marcos Acuña.
Atrás quedó la tensión vivida en el partido frente al equipo de Louis Van Gaal, especialmente en el tramo final, la incertidumbre de los lanzamientos de penal y el descontento con el árbitro, el español Antonio Mateu Lahoz.
La historia anima a Argentina. Siempre que en un Mundial atravesó los cuartos de final, como en esta ocasión ante Países Bajos, fue finalista.