Ángel Di María volvió a demostrar que es un jugador fundamental para la Selección Argentina. No solo para este equipo dirigido por Lionel Scaloni sino para toda la historia. Con el gol que convirtió en la final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 contra Francia, el segundo del seleccionado albiceleste en Lusail, el rosarino marcó goles decisivos en encuentros cumbres de Juegos Olímpicos, Copa América, Finalissima y Mundial.
La conquista de Di María a los 36 minutos del primer tiempo en la concreción de un contraataque perfecto amplió la ventaja que le había dado Lionel Messi de penal a Argentina. Ofreció tranquilidad para Argentina y plasmó en el marcador los merecimientos del conjunto sudamericano. La emoción plasmada en las lágrimas del delantero en el festejo con todo el corazón reflejaba su lucha por volver a estar dentro de la cancha tras la lesión muscular contra Polonia en el tercer partido de la fase de grupos.
Angelito salió reemplazado a los 64 minutos de la final luego de una actuación brillante cuando Argentina ganaba 2-0. El partido, que parecía definido, cambió por completo con los dos goles de Kylian Mbappé para llevarlo a suplementario. A eso se le sumó luego la electrizante prórroga con goles de Messi y Mbappé. Y después la definición por penales que consagró a Argentina campeón mundial por tercera vez en su historia.
El desenlace tapó el gol de Di María, aunque su importancia no dejó de ser determinante. Este gol de Ángel en Qatar, el único que convirtió en el Mundial 2022, fue la frutilla del postre de una impactante lista de conquistas del rosarino.
En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Di María anotó el único gol de la final contra Nigeria, con un toque sutil por sobre el arquero, que le dio la segunda medalla de oro consecutiva a la Albiceleste tras la conseguida en Atenas 2004.
Una lesión muscular dejó a Ángel afuera de la final del Mundial 2014. A pesar del esfuerzo que realizó para intentar jugarla, Alejandro Sabella no pudo contar con él. En el encuentro cumbre de la Copa América 2015 otro problema físico lo apartó de la cancha: apenas disputó la primera media hora. Y a la definición del torneo continental de 2016 llegó nuevamente tocado porque se había desgarrado ante Panamá. Jugó los últimos 57 minutos del encuentro ante Chile, pero no estaba pleno. En esas tres finales en las que Di María no jugó o no pudo convertir, Argentina no logró levantar la copa.
La redención para Di María llegó en la Copa América 2021. El 10 de julio de ese año, a los 21 minutos de la gran final contra Brasil, Rodrigo De Paul metió un pase excepcional desde su campo, Renan Lodi falló en el cierre, Di María le ganó la espalda, controló el balón de zurda y definió por encima del arquero Ederson para el 1-0. Significó el fin de la racha negativa de 28 años sin títulos para la Selección Argentina.
Y con otra definición similar puso el 2-0 ante Italia en la Finalissima en Wembley. Otro festejo con un Angelito que se volvía a hacer gigante en un encuentro cumbre.
Di María tiene un ángel especial para las finales. Y esta vez, en la más importante de todas, la que soñó toda su vida, volvió a anotar su nombre entre los goleadores. Un talentoso que siempre supo luchar para conseguir lo que quería y merecía.