En su presentación como entrenador de Uruguay, Marcelo Bielsa confesó que "quería que Argentina saliera campeón de cualquier manera", destacó la "recompensa" conseguida por Lionel Messi, admitió que falló en su análisis previo de la final contra Francia y valoró la conducta del público: "El mensaje que transmitió es que iban a acompañar aunque no ganaran y desde mi óptica, tuvo un efecto potenciador".
LA FELICIDAD POR LA TERCERA COPA DEL MUNDO
"Soy argentino y estoy orgulloso de serlo. Me gusta, amo el fútbol de mi país como no puede ser de otro modo. Más allá de que soy hincha del fútbol, el otro día escuchaba una frase de (Gerardo) Martino que decía que cuando va a ver a Newells, no le importa si juega bien o mal. Le importa que gane. No se pone a analizar si (Gabriel) Heinze o los jugadores aciertan o se equivocan. Yo quería que Argentina saliera campeón de cualquier manera. Y por supuesto, la recompensa que obtuvo (Lionel) Messi es mucho más vinculada a su obstinación, a su paciencia, a su aguante que a sus recursos, que obviamente son extraordinarios".
EL FALLIDO ANÁLISIS PREVIO
"Hubo dos cosas que me encantaron de la final. Antes del partido, yo hice una comparación puesto por puesto entre cada jugador francés y cada argentino y mi conclusión es que había 9 jugadores franceses mejores que los argentinos. Y dije 'Pu..., qué partido difícil'. Y Argentina no solo mereció el triunfo, sino que dominó 80 minutos. Para mí fue el mejor elogio para el entrenador, el cuerpo técnico y los jugadores. Demostraron ser mucho mejor que los rivales cuando el análisis previo indicaba lo contrario. Como se dice en México, el 'gana natural'".
EL EMPUJE FUNDAMENTAL DE LA GENTE
"También noté una cosa definitoria. Por primera vez, el público iba a acompañar al equipo aunque no ganara. Eso no es propio del exitismo argentino. Es algo que ese equipo se había ganado. Siempre destaco que el costo social de la derrota en Argentina hace que los jugadores se potencien mucho. Ningún jugador quiere perder porque salir a la calle en la derrota es más difícil que en los lugares donde el fútbol es pasión. Acá el público fue distinto. El mensaje que transmitió es que iban a acompañar aunque no ganaran. Desde mi óptica, tuvo un efecto potenciador".
LAS CLAVES DE LA CONSAGRACIÓN EN QATAR
"Se produjo la reunión de tres cosas muy importantes. Jugadores dispuestos a superar legítimamente a rivales superiores, exprimiendo sus condiciones al máximo. Un jugador como Messi en estado de gracia mental porque con los pies lo tiene siempre. Y un público que se mimetizó con su equipo con un amor sin condiciones, que para cualquier ser humano es fortalecedor. Si uno se sabe querido de antemano, se libera de lo que es capaz. Desde mi humilde opinión es una valoración a los jugadores, cuerpo técnico y público, hacedores de algo inolvidable para todos los argentinos".