Finalmente se concretó. Marcelo Bielsa es el nuevo entrenador jefe de la selección nacional uruguaya. Su presentación se dió en una conferencia de prensa realizada en el propio Estadio Centenario. Por supuesto que la contratación ha levantado polvareda en el ambiente del fútbol, como se presumía, por varios motivos. El primero es la parte económica del contrato. Luego, se discutió cómo y por qué un técnico extranjero. Finalmente, para qué un equipo de colaboradores tan extenso.
Y podemos seguir porque hemos escuchado y leído de todo en estos días. Sabido es que hay un trasfondo político que alimenta la gran grieta que tenemos en el fútbol de este país con dos bandos claramente determinados y que quedaron de manifiesto en la elección a presidente.
Y esto es lo que lleva a tener estas dos opiniones tan antagónicas. La elección determinó que la gran mayoría del congreso optó por Ignacio Alonso como el presidente de la AUF, pero lejos de aceptarlo calladamente, la minoría argumenta su desacuerdo impugnando la conformación del nuevo ejecutivo de la AUF. Y quiere crear la Liga Profesional, que a mi gusto es solamente querer tener más incidencia en la determinación de algunas cosas.
Todos sabemos en nuestro país que esto es una situación creada por el tema de los derechos del fútbol uruguayo cuyo contrato finaliza en el 2025. Los neutrales firmemente han decidido y lo sostienen contra viento y marea que el fútbol uruguayo cuesta mucho más dinero del que se paga a los clubes y a la AUF. Pero esto, a la luz de la delicada situación económica de muchos clubes de Primera división y de Segunda también, ha llevado como siempre pasa en Uruguay, a que los clubes golpeen la puerta de quién posee esos derechos y soliciten adelantos a cuenta de la renovación. Algo que se viene repitiendo año tras año. Y que quede claro aquí no es criticar a quien tiene los derechos, que en la oferta y la demanda busca sacar su ventaja, algo totalmente comprensible. El tema está en las formas de sacar esas ventajas. Y esas formas no son justamente las que pueden lograr un acercamiento.
Y esto es de nunca acabar. Todos los días algo diferente en un fútbol en donde se habla más de la parte política que del fútbol mismo.
Quizá esta llegada de Bielsa logre que todos entiendan de una buena vez que, o vamos todos juntos y con buena voluntad a solucionar las diferencias o esas diferencias van a ser cada vez más grandes y perjudiciales para nuestro fútbol.
Ven lo que les digo, la parte política se llevó casi toda la columna y quedó para la próxima el promisorio debut de los chiquilines en el mundial Sub 20.