Se sienta a dirigir en una heladera. No quiere lujos en el Complejo Celeste. En su cuerpo técnico no hay entrenador de goleros. No se hablaba con Chilavert y en pleno vuelo le preguntó cuánto gastaba en las vacaciones. En Uruguay andaba caminando por la Rambla, se tomaba el ómnibus y hasta se metió en el baño de una radio a hacer sus necesidades.
Marcelo Bielsa, el nuevo conductor de la Selección de Uruguay, es un hombre especial. Su estilo de conducción genera amores y odios. A pesar de no brindar notas, todo lo que rodea a su particular mundo resulta mediático.
ESPN presenta un especial con anécdotas, historias y las locuras de un DT particular.