LOS ÁNGELES -- Luis Chávez tiene un sueño que puede terminar en pesadilla. Jugar en Europa se ha convertido en el Reino de Hamelín para los futbolistas mexicanos.
El problema es que a Luis Chávez le seduce el Dínamo de Moscú, en tiempos en los que Rusia vive una segregación casi mundial en gestiones financieras, políticas, deportivas y migratorias, a raíz de la invasión a Ucrania.
Además, a partir de 2023, Estados Unidos ha endurecido los trámites de visa de entrada a su territorio para los rusos, y para quienes resulten de una u otra manera vinculados a operaciones económicas. A la Selección Mexicana le esperan numerosos compromisos en territorio estadounidense hasta el Mundial 2026. No menos de 25 partidos.
De enrolarse en el Dínamo, Luis Chávez, aún como mexicano, podría ver afectadas sus posibilidades de entrar a Estados Unidos o de que la visa le fuera revocada, como ya ha ocurrido en algunos casos.
En abril de este año, por ejemplo, les fue negada la visa de entrada a Estados Unidos a un grupo de reporteros rusos que habían sido asignados para la cobertura del viaje del mismísimo ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, quien asumiría la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde el inicio del conflicto bélico con Ucrania, Estados Unidos ha impuesto miles restricciones de visa para ciudadanos de Rusia o para personas vinculadas a negociaciones con este país, según informaciones del Departamento del Estado.
Además, como parte del bloqueo casi mundial, cientos de empresas estadounidenses y europeas, han abandonado Rusia. Después de 30 años de elevada rentabilidad, McDonald’s debió deshacerse de sus activos en el país. Inversores noruegos retiraron un fondo de billones de dólares, de casi media centena de empresas rusas.
El Dínamo se había comprometido desde la semana pasada a enviarle a Luis Chávez el dinero para poder pagar la cláusula actualizada de rescisión de su contrato con Pachuca. Sin embargo, esos cinco millones de dólares, hasta este miércoles por la mañana, no habían sido depositados en la cuenta del jugador.
Según especialistas bancarios en México, para que el futbolista pueda disponer de esos cinco millones de dólares, y transferirlos a Pachuca, el Dínamo debería enviar más de ocho millones de dólares, pues al menos el 40 por ciento de esa cantidad quedaría atrapada en medio de regulaciones fiscales y leyes monetarias en México.
El Dínamo y el representante del jugador Claudio Corti, llegaron a presentar una propuesta a Pachuca para que el dinero le fuera entregado a través de terceros, y no directamente por el jugador, pero Pachuca rechazó esa propuesta, por los riesgos que implica.
“Ni se metan en eso, todos los movimientos de dinero desde Rusia están siendo monitoreados por el sistema bancario de Estados Unidos y Gran Bretaña”, advirtió un especialista de Banorte a Tuzos.
Además, hay nuevas regulaciones para el manejo de dinero desde Rusia hacia el exterior para particulares. En algunos casos se permite, cuando mucho, manejar cantidades hasta de 10 mil dólares por remesa al extranjero, obviamente tras una fiscalización durante el procedimiento.
Es decir, Luis Chávez podrá disponer en Rusia de los ingresos que le dejarían ese contrato por millón y medio de dólares con el Dínamo, pero no podría, simplemente, cuando decida regresar a México o ir al futbol de otro país, hacer una transferencia libre de esa cantidad absoluta.
Pachuca había llegado a un acuerdo con Monterrey hace siete meses, para transferirlo por diez millones de dólares. Pero el jugador se negó. Pidió a su equipo que lo blindara mientras surgía una propuesta de Europa.
Para entonces, la cláusula de rescisión impuesta por Pachuca era de diez millones para el mercado mexicano y seis para el extranjero.
Llegó después la oferta del Feyenoord. Cuando estaba activa la propuesta, movimientos internos en el club de Países Bajos frena la transferencia. Monterrey, en tanto, seguía insistiendo en el jugador, seducido ahora por la oferta en Rusia.
Fue entonces cuando Pachuca modificó la cláusula de rescisión para facilitar los trámites. Sin embargo, hasta este miércoles por la mañana, la operación no se había consumado y los cinco millones de dólares requeridos, no habían sido recibidos.
Luis Chávez estaría contemplado para jugar en los amistosos de Fecha FIFA en septiembre, octubre y noviembre con la Selección Mexicana. Al realizar su trámite de ingreso a Estados Unidos, si tiene una visa aún vigente, obviamente encenderá focos amarillos su estadía en Rusia.
Después de eso, México tendrá nuevos partidos amistosos en 2024, además de la Copa América; en 2025, se jugará la Copa Oro que podría ser ampliada en el número de invitados de otras Confederaciones, y en 2026, eventualmente, el Tri terminaría jugando en su país vecino.
Además, al ser marginado el futbol ruso de competencias europeas, Luis Chávez quedaría restringido a los torneos domésticos.
Pachuca insiste en que el promotor Claudio Corti debería buscar mejores horizontes. Por ejemplo, extraña que Rodolfo Pizarro sin actividad en la MLS pudiera emigrar al AEK Athenas de Grecia, que tendrá participación europea, mientras Chávez con un excelente Mundial en Qatar, y un precio accesible al mercado, pudiera terminar confinado en Rusia.