Comienza una nueva Eliminatoria con la ilusión renovada. Colombia viene fortalecida para enfrentar a Venezuela y Chile por lo que mostró en su fase de preparación.
Hubo distanciamiento. Reproches. Hasta reclamos de los hinchas con algunos capitanes. Después, la indiferencia en medio de la reconstrucción. Profunda en el cuerpo técnico, a plazos en el plantel. Lo malo quedó atrás. Ahora todo empieza de nuevo. Y hay motivos para confiar.
Durante los ocho amistosos que el nuevo técnico Néstor Lorenzo disputó en un año moldeó su equipo. Hay una formación base con una propuesta identificable. No es poco. Su mensaje fue interpretado e la mejor manera por los referentes. También por los nuevos.
Colombia es un equipo más intenso. Más profundo con los laterales, un mediapunta que pisa el área y mucha experiencia en el mediocampo con Juan Guillermo Cuadrado, Jefferson Lerma y Wilmar Barrios. Corrigió la falta de concentración en defensa que tuvo en la gira por Asia en la que recibió goles de Corea y Japón en los primeros minutos.
Hay convicción en apretar arriba. En el esfuerzo colectivo para recuperar la pelota. Los titulares traen buen nivel. Luis Díaz y Jhon Arias compensan la falta de competencia del nueve inicialista, Rafa Borré. El DT atendió el buen presente de Jhon Córdoba en Rusia con tres goles en siete partidos. Lo citó por primera vez.
James y Juanfer Quintero acertaron en la elección de sus nuevos equipos para justificar su regreso a Selección. La demora de Jorge Carrascal para llegar a la concentración de Barranquilla les da prioridad para empezar el jueves ante Venezuela. Tienen minutos y competencia.
"Empezamos un proceso de Eliminatorias en el que necesitamos estar más unidos que nunca como grupo, como equipo, como país. hemos elegido un slogan muy lindo que es Todos somos Colombia y esa es la invitación", pidió el DT.
El ánimo subió. Habrá estadio Metropolitano lleno. La Selección está en paz. Unida e invicta prepara su regreso al Mundial.