Si México tuviera futbolistas como los de otros tiempos, otras generaciones, Jaime Lozano ni siquiera podría arrimarse a la postulación para el cargo de técnico nacional.
LOS ÁNGELES -- Saltaron a escena genios con zapatos de payaso a decir que Jaime Lozano no debe, no merece, estar al frente de la Selección Mexicana.
Genios, insisto. ¡Brujos! ¡Iluminados! ¡Sabios! ¡Lumbreras! ¡Sesudos! ¡Cerebritos!
¡Patéticos!, en realidad.
Si México tuviera futbolistas como los de otros tiempos, otras generaciones, Jaime Lozano ni siquiera podría arrimarse a la postulación para el cargo.
Este miércoles por la noche, su primer error en la derrota 0-4 ante Uruguay, error de lesa novatez, fue subestimar al rival, creyéndolo menos que Brasil, lo cual ocurrió por ignorancia de él y de su cuerpo técnico.
Por otro lado, si México tuviera hoy a los Hugos, a los Márquez, a los Negretes, a los Aguirres, a los Quirarte, a los Tena, a los Boy, a los Cuauhtémocs, a los Félix Cruz, a los Galindo, a los Pável, a los Borgetti, a los Guardado, a los Ochoa, a los Oswaldos, a los García Aspe, etcétera, si México los tuviera hoy, Lozano no estaría –ni remotamente– en el banquillo.
Cierto, con estos tampoco se ganó nada. Sin embargo, al menos no se vivieron monumentales ridículos –como ya ocurrió con Osorio y Martino–, a excepción de aquella pomadosa, soberbia y engreída selección que acudió a Argentina ’78.
Hoy Lozano sólo tiene lo que cosecha en el páramo de la Liga MX, y unos pocos que se hacen respetar –apenas–, en Europa. Es una Selección Mexicana a la medida del Jimmy. Traje sastre.
1.- Porque esta no es una selección para que aspire, para que ilusione, ni en la Copa América ni en el Mundial.
2.- Ésta no está para respaldar las patrañas y mentiras de sus directivos: “La Final”, dijo Duilio Davino. “Campeones”, dijo Ivar Sisniega, aunque hoy recule el avestruz.
3.- Esta Selección Mexicana alcanza sólo para llenar estadios estadounidenses de villamelones y bobalicones, enfermos de nostalgia y ansiosos de sadomasoquismo patriotero.
Declaraciones del DT de la selección mexicana después de la derrota en el partido amistoso contra Uruguay.
4.- Ésta no está para respaldar el patrocinio multimillonario, fetichista casi, y del que no disponen, ni remotamente, todos los equipos que están en el Top Ten de la FIFA. ¿Qué selección en el mundo tiene más de 30 patrocinadores en dos países?
Sí, son unos genios. Unos iluminados. Unos profetas. Unos sabios, al decir que Jaime Lozano no debería estar al frente de este Tri-tanic.
Incluso, entre exfutbolistas y ex técnicos, que hacen del micrófono la trinchera escapista de sus frustraciones por no poder seguir en el futbol activo, temen, arredran, rehúyen el puntualizar que el cochinero con el que hoy tiene que lidiar Jaime Lozano, lo heredaron ellos mismos, e incluso, les tiembla la voz, para dar nombres de responsables directos, especialmente al de hace muchos ayeres, como lo es Emilio Azcárraga Jean.
Sí, los que antes dirigieron, sí, si esos exentrenadores hubieran hecho o hicieran mejor su chamba, tendría calidad moral y profesional, para aspirar a dirigir al Tri, y entonces, Lozano no tendría que revolverse en el estiércol tratando de encontrar una perla.
Sí, entre esos mismos críticos sabihondos e iluminados, prefieren ceñirse, cebarse sobre el mismo Lozano, antes que sobre los jugadores, los directivos, y, obviamente, sobre su propia responsabilidad, por obra o por omisión.
La mesa de Futbol Picante debate sobre el desempeño de Jaime Lozano ante la derrota contra Uruguay.
Sí, aseveran que Jaime Lozano no merece estar al frente de la Selección Mexicana. ¡Brujos! Sí, son genios, iluminados, pero no se atreven a señalar a los verdaderos responsables, a los padres del caos, a los padres del Jimmy, y en algunos de los casos a los padres de sus salarios, es decir de los bocados que llevan a sus mesas.
¿O alguien ha escuchado en TV Azteca que se alcen contra la pusilanimidad de su patrón y alcahuete de una fracasada multipropiedad?
¿O alguien ha escuchado en Televisa que se alcen contra el Imperio de la Dictadura de su capataz Emilio?
Sí, patéticos.