Claudio Bravo tuvo un partido de dulce y agraz en la goleada por 3-0 ante Paraguay. El portero de la Selección de Chile dejó su valla en cero, pero terminó el primer tiempo con molestias físicas y no pudo seguir en el complemento.
Los problemas físicos han afectado en las últimas temporadas al exarquero del Real Betis, quien no ha podido tener continuidad, pero apuntaba a ser una de las piezas fijas en el once de Ricardo Gareca.
Chile se fue al descanso con una ventaja de 2-0 gracias a los goles de Víctor Dávila, el delantero del CSKA Moscú que anotó por duplicado en un inicio prometedor en el Estadio Nacional.