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De Paul y su costado más íntimo ligado al fútbol: cómo lo "salvó" la pelota, lo que disfruta, lo que sufre y su temor de cara al futuro

Rodrigo De Paul, mediocampista de la Selección Argentina, habló de su costado personal en una entrevista con "Nadie dice nada", donde reveló algunos de sus miedos y sufrimientos en torno al fútbol y qué piensa para su futuro.

En su charla con la señal de streaming Luzu TV, el flamante bicampeón de América contó cómo el deporte lo ayudó en su infancia, cómo lo vive como profesional, tanto dentro como fuera del campo, y confesó su temor al después de su carrera.

La infancia de De Paul: con mamá a cargo, un abuelo al lado y la pelota como guía

De Paul habló de una "infancia linda por la pelota", con un padre ausente por muchos años. "Nos crió mi mamá", recordó el Motorcito.

En el fútbol comenzó como arquero, porque era muy chico: "Tenían miedo que juegue y que me lastime, así que me mandaron al arco", contó. Y siguió: "Yo empecé a los 14 a tomarlo como un trabajo para cambiar la realidad de mi familia. Hablé con mi mamá que quería dejar el colegio y mudarme con mi abuela para dedicarme al fútbol".

En un contexto familiar difícil, De Paul siente que el fútbol le sirvió como salvavidas: "Todo me costaba y cuando me tiraban una pelota me resultaba fácil. Mi infancia fue linda por la pelota. Me salvó de momentos muy duros que vivía en mi casa".

Rodrigo valoró a su abuelo como la figura masculina que estuvo a su lado en esos primeros años y lamentó que no lo haya visto triunfar: "Mi abuelo me acompañó mucho en el fútbol, me llevaba a entrenar. Me duele que no haya visto todo lo que logré".

Cómo vive el fútbol: dentro y fuera de la cancha

En otro tramo de la entrevista con "Nadie dice nada", De Paul reiteró algo que ya había dicho anteriormente, pero que no deja de sorprender: "No disfruto los partidos. Disfruto la previa, pero en el juego no".

No obstante, afuera del campo de juego, en la intimidad de los planteles, el mediocampista de Argentina y Atlético Madrid asume que su rol es aportar positividad al equipo.

En la Selección, recordó que cuando comenzó el recambio con Lionel Scaloni al mando, él tuvo un papel particular: "Desde mi lugar medio caradura intenté sumar a Messi al grupo. Desde mi lugar me le acercaba a Messi. Con el tiempo me di cuenta que él valora que lo sumen y lo bajen de su lugar de ídolo".

Otras sensaciones totalmente diferentes le generan a De Paul todo lo que se dice y sucede alrededor de ser futbolista. "La cabeza en el futbol te puede jugar muy a favor o muy en contra", sentenció el jugador, quien aceptó: "En un momento sufría las críticas, pero en lo personal, las críticas de futbol no me molestan".

De Paul mantuvo un romance de alto perfil con la cantante Tini Stoessel, lo que en muchas ocasiones lo puso más en los primeros planos de portales de la farándula, que en los deportivos.

"En la previa del mundial me dolió porque decían que no me estaba enfocando en la copa", lamentó y señaló que Messi lo "frena mucho" para evitar sus reacciones.

"No entiendo el sentido de hablar de la vida de alguien más, me parece nefasto", comentó.

¿Cómo maneja De Paul toda esta exposción, muchas veces, indeseada? "Yo recomiendo a mi gente cercana que haga terapia, me hizo muy bien".

Los temores de De Paul, de cara al futuro

"Hoy me da miedo pensar en el día que no sea jugador de futbol", soltó De Paul, al ser consultado sobre su futuro.

Con 30 años, el mediocampista todavía tiene una larga carrera por delante, donde él explicó que, de más joven, para elegir un club priorizaba "que te llame el técnico", sin importa demasiado a la ciudad a la que debía mudarse. Y sentenció: "A mí me gusta jugar al fútbol, sino me quedaría acá cerca de mi familia".

De Paul, hoy vive en Madrid, lejos de sus dos pequeños hijos, que están junto a su madre en Buenos Aires.

Con respecto a que imagina para su futuro profesional, ya descartó ser entrenador: "La vida de técnico no la elegiría. Creo que ser técnico es hasta más sacrificado que la vida del futbolista", explicó.