BARCELONA -- Leo Messi vuelve a la selección argentina. Su encuentro en Barcelona con el nuevo director técnico de la albiceleste Edgardo Bauza sirvió para acabar de decidir al crack, quien dio marcha atrás en un retiro que le hacía sentir especialmente incómodo.
"Veo que hay muchos problemas en el fútbol argentino y no pretendo crear uno más. No quiero causar ningún daño, siempre pretendí todo lo contrario, ayudar en todo lo que pude”, afirma Messi en un comunicado. “Hay que arreglar muchas cosas de nuestro fútbol argentino, pero prefiero hacerlo desde dentro y no criticando desde fuera”.
El seleccionador argentino no viajó a Barcelona solo “para hablar de fútbol” con Leo, sino que quiso trasladar al capitán las líneas maestras que acordó con la AFA el día de su designación. Y, también, escuchó todos los razonamientos que le ofreció el jugador como argumento de su salida del equipo nacional.
Messi es un ganador. Siempre lo fue. Y como tal, por encima de ganar o perder una final por aquello que se conoce como “detalles” quería, quiere, tener las máximas facilidades en el trabajo diario, en las concentraciones y viajes. Pero, ojo, no lo quiere para él... Lo exige para todo el seleccionado.
"Me pasaron muchas cosas por la cabeza el día de la última final y pensé seriamente en dejarlo, pero amo demasiado a mi país y a esta camiseta", continuó el delantero del Barcelona.
Si las condiciones que rodearon a al equipo albiceleste en la Copa América que se disputó en Chile el año pasado ya no fueron óptimas, las sufridas en el torneo que se disputó en Estados Unidos acabaron con la paciencia de más de un intregrante del combinado nacional y provocaron que, con la rabia por la derrota en la final, Leo estallase.
Aquel “la selección para mi ya se terminó”, producto de la impotencia del momento, no fue otra cosa que la exteriorización de la frustración que sentía, mezclada con la mala relación entre el vestuario y los dirigentes, que ya había dejado patente Messi públicamente a través de las redes sociales.
Bauza le aseguró al ‘10’ que con él al mando de la selección no solo no habrá ninguna injerencia desde la AFA, sino que, más aún, el plantel gozará de todas las facilidades, tranquilidad e independencia que tanto se reclamó desde el vestuario.
"Agradezco a toda esa gente que quiere que siga jugando con Argentina, ojalá podamos darle alguna alegría pronto", concluyó.
Messi, que se sintió muy cómodo durante la charla que mantuvo con el nuevo seleccionador, le confirmó que en su interior siempre quiso permanecer en el equipo nacional pero entendía que se había llegado a un punto final porque no se daban las condiciones idóneas para trabajar y los problemas se arrastraban desde hacía mucho tiempo.