SOCHI -- La autocrítica y los propósitos de enmienda de los jugadores alemanes tras un desastroso debut con derrota ante México dio paso a una nueva fase de blindaje de emociones y deseos este jueves, a dos días del crucial encuentro con Suecia que marcará la continuidad en el Mundial ruso o la despedida.
Las frases más mediáticas fueron consignadas este jueves por el mediocentro Sami Khedira y el delantero Timo Werner, con 31 y 22 años, los extremos de dos generaciones de futbolistas alemanes.
Khedira, exjugador del Real Madrid y figura del Juventus, aprovechó los minutos previos al segundo entrenamiento del conjunto germano en Sochi para admitir que frente a México el sábado pasado jugaron "como colegiales": sin orden, ni plan, ni ley.
Werner, delantero del Red Bull Leipzig, manifestó que Alemania tiene dos días para ajustar un plan que le permita contraatacar de manera letal y evitar conceder goles a un rival que se atrinchera bien.
"Debemos volvernos más peligrosos", dijo, tras recordar que si antes se destacaba la solidez del equipo, es la hora de que de los delanteros den prueba de eficacia ofensiva.
El entrenamiento, segundo de Alemania en Sochi, fue cerrado a la prensa pero en los minutos previos volvió a verse a una plantilla silenciosa, muy concentrada en el plan previsto por los preparadores.