SAMARA -- El juego de octavos de final de la Copa del Mundo entre México y Brasil se jugará bajo un fuerte calor en la ciudad de Samara.
Miles de aficionados llegaron al inmueble con muestras de cansancio e hidratándose con botellas de agua ya que el sol y la humedad que se sienten en el área aledaña a la Arena Samara llega hasta los 36 grados centígrados.
Incluso en algunos casos el teléfono móvil puso una leyenda que debido a la elevada temperatura del sistema debería enfriarse para comenzar a funcionar en forma normal.
La gente se resguardaba en las pequeñas sombras que había para poder tomar un respiro y mantener el paso.
Según el servicio meteorológico de la localidad, durante el partido se llegará a una temperatura de 33 grados con una sensación térmica de 35 grados y humedad del 24 por ciento con ninguna posibilidad de lluvia.
El cuerpo técnico de la Selección de Brasil informó que sabía de la situación climática por lo que su planificación sería hidratar a los jugadores antes del partido ya que saben que los futbolistas disminuyen su rendimiento futbolístico, pero sin duda el plan ya está diseñado para tener a los jugadores al ciento por ciento.