MÉXICO -- Uno de los estelares del Tricolor Sub 17, Efraín Álvarez, nació en Estados Unidos al igual que el goleador del equipo, Santiago Muñoz. El capitán del representativo mexicano tiene ascendencia italiana, Eugenio Pizzuto, y en los últimos juegos ha brillado Bruce El-mesmari, de tatarabuelos armenios. El representativo que jugará en el Mundial de Brasil es una mezcla multicultural de cuatro naciones que responde a una sola bandera: México.
“Soy 100 por ciento mexicano”, dice Bruce El-mesmari, que no hubiera nacido en México si sus tatarabuelos no hubieran escapado del genocidio armenio a principios del siglo pasado. La guerra también obligó a que los Pizzuto dejarán Italia para establecerse en San Luis Potosí y eso abrió paso a que el menor de la familia se decidiera por jugar con la selección mexicana, Eugenio.
El caso de Efraín Álvarez y Santiago Muñoz es distinto. Ellos no vinieron, sus papás se fueron y los hijos regresan a sus raíces. El jugador del Galaxy nació en Los Ángeles, California y aún tiene la posibilidad de jugar con México o los Estados Unidos, debido a que su papá nació en Jalisco y su mamá en Zacatecas.
Al igual que los papás de Álvarez, los de Santiago Muñoz también dejaron México en busca del ‘Sueño Americano’. El delantero nació en Texas, Estados Unidos, pero una visoria de Santos lo trajo de nuevo al país de origen de sus padres, ahora defiende la causa del Tricolor y va a Brasil como uno de los prospectos a seguir del equipo.
La guerra, la búsqueda de oportunidades y la pelea por un sueño hicieron que el equipo Sub 17 de México sea el punto de encuentro de cuatro naciones.