Si algo tiene en claro Lionel Messi es que ya vivió su mejor año. Nada podrá igualar el 2022 porque fue el año en que cumplió su sueño eterno de ser campeón del mundo con Argentina. Pero lo cierto es que en este 2023 encontró un año vertiginoso y de cambios, sentenciando su anunciada salida del Paris Saint-Germain con una Ligue 1 bajo el brazo, su despedida del fútbol europeo para recalar en la MLS y volver a disfrutar, su mantenida y continua presencia con la Albiceleste en el comienzo de Eliminatorias, la obtención del premio The Best 2022 y la frutilla del postre: su 8° Balón de Oro.
Parece que fue ayer cuando Lionel Messi confirmó que finalmente dejaría el fútbol europeo para recalar en la MLS, más precisamente en Inter Miami, pero en realidad fue el 7 de junio pasado. Sorpresivo para el mundo del fútbol y un baldazo de agua fría para el Barcelona y sus hinchas, que esperaban que pudiera haber una segunda etapa del astro argentino con el club con el que mantiene un vínculo de por vida.
Pero no pudo ser. Messi no quería desgastarse en un tira y afloje. "Tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder volver, pero después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en mano de otro", expresó en diálogo con Mundo Deportivo.
El 10 venía de una fallida estadía en PSG, un club donde nunca se encontró y con el que no pudo lucirse ni disfrutar dentro del campo de juego, por lo que fue un alivio su salida. Abucheado y silbado por la pésima performance del equipo en la UEFA Champions League, la Copa de Francia y una Ligue 1 en la que fue campeón pero demostró mucha irregularidad, Messi sufría los partidos.
Pero en Estados Unidos todo cambió. La dirigencia de Inter Miami, comandada por David Beckham, reforzó el equipo a medida del 10. Primero con la llegada de Gerardo 'Tata' Martino, un viejo conocido de la Selección Argentina y del Barcelona; después le trajo a Jordi Alba y a Sergio Busquets para rodearlo. El resto es historia.
Bajo el comando de Messi, el equipo fundado en 2018 fue campeón por primera vez en su historia, levantando la Leagues Cup. Y lo hizo con el rosarino siendo decisivo y marcando en todos los encuentros, y estrenándose en un debut inmejorable, con un tiro libre en tiempo de descuento para darle un triunfazo ante el Cruz Azul en el primer partido.
Tuvo otra chance de hacer historia en la US Open Cup, en la que el equipo fue subcampeón tras caer ante el Houston Dynamo en la final, sin Leo en cancha. Y en la MLS no ciorrió con la misma suerte ni el efecto Messi alcanzó para salvar a un equipo que marchaba último en la tabla general cuando llegó el argentino, y un bajón lo dejó sin chances de clasificar a los playoffs.
Pero lo más destacado para él fue el disfrute. Se notó que se divertía en cancha, y ya no necesitaba refugiarse en la Selección Argentina para sonreír, como sí le pasaba en PSG. Ahora se divertía en Estados Unidos y también con la Albiceleste.
El comienzo del camino para el 2026
A las dudas sobre una posible decaída sobre su nivel por edad y porque ya había dejado de estar en la élite del fútbol, Messi respondió con gol y volviendo a ser decisivo con los campeones del mundo.
En el debut ante Ecuador, desató la euforia del Monumental cuando rompió el cero con un tiro libre magistral cerca del final y selló la victoria. Y vimos a un Messi "dosificado" por por Scaloni teniendo en cuenta su rendimiento físico, como por ejemplo cuando no jugó ante Bolívia en La Paz, pero el entrenador ya dejó claro que es una pieza clave.
Pero por si fuera poco, fue partícipe directo de una gesta histórica del seleccionado. El triunfo por 1-0 ante Brasil en el Maracaná marcó la primera derrota de la Canarinha como local en la historia de las Eliminatorias. Messi jugó 78' de ese partido y fue sustituido por Ángel Di María.
The Best y el Balón de Oro
En febrero La Pulga obtuvo el The Best como mejor jugador del mundo. Y a sus 36 años, Messi ganó su 8° Balón de Oro por su rendimiento en la Copa del Mundo de Qatar 2022, que ganó con Argentina, convirtiendo goles en todas las fases finales. Cuestionado por muchos, pero con un Mundial excepcional, el 10 terminó con 7 goles y 3 asistencias en 7 partidos, incluidos festejos en todos los partidos de eliminación directa (Australia, Países Bajos, Croacia y un doblete vs. Francia), obtuvo el título que le faltaba a su carrera y, de paso, cortó la sequía de 36 años del país sin consagrarse como campeón mundial.
Por si fuera poco, lo primero que hizo fue agradecérselo a Maradona: "Es su cumpleaños, y creo que no hay mejor lugar para desearle un feliz cumpleaños, rodeado de jugadores, exjugadores, técnicos, de gente que le gusta el fútbol, como le gustaba a él. Así que, dónde quiera que esté, feliz cumpleaños, Diego, esto también es para vos. Lo comparto con vos y con toda Argentina", sentenció Leo, generando un sinfín de aplausos en el Teatro del Châtelet de París.
Messi ya lo había ganado en 2009, 2010, 2011, 2012, 2015, 2019 y 2021, y termina sacándole tres de ventaja a su eterno competidor, Cristiano Ronaldo, que tiene cinco: 2008, 2013, 2014, 2016 y 2017